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Cullera acondiciona las calles colindantes a la Torre de la Reina Mora

El ayuntamiento está restaurando las aceras y las escalinatas del Barrio del Pou para revitalizar el enclave

El Ayuntamiento de Cullera ha dado inicio, tras impulsar la puesta en valor y la rehabilitación del Barrio del Pou, a una serie de actuaciones de urgencia en el antiguo asentamiento árabe con el objeto de reactivar el turismo y revitalizar un enclave que se caracteriza por estar repleto de callejuelas y plazoletas de otra época.

Desde la Concejalía de Servicios Exteriores, en manos de Salva Tortajada, se han ejecutado las primeras intervenciones que han incluido la restauración de algunas calles y la regeneración del entorno de la Torre de la Reina Mora, un monumento ubicado a faldas de la montaña que sufrió una serie de pintadas en los últimos años.

Los operarios municipales han ejecutado las tareas de recuperación en algunas calles del barrio para evitar su deterioro y así adecuarlas de cara a la celebración de actividades turísticas que, dentro del plan de dinamización del barrio, se han ido celebrando durante el verano.

Las aceras y escalinatas de calles como Santa Anna , Mossén Tomás Font o Nueve Casas han vuelto a su blanco original, así como otras vías públicas que también dan acceso directo a la Torre de la Reina Mora. Del mismo modo, los trabajadores municipales ha desbrozado la zona colindante al monumento y han tapado diversos hoyos de la explanada, facilitando el acceso y convirtiendo la falda de la montaña en una zona más atractiva.

Desde su concejalía Tortajada demanda y recuerda a la ciudadanía «la importancia de contribuir al respeto del entorno ya que hay cosas, como las pintadas, que pueden evitarse», asevera.

Atractivos turísticos

Entre las diversas actividades programadas en la zona, este fin de semana el barrio del «Pou» ha acogido la celebración de unas jornadas que han incluido una serie de rutas guiadas por las inmediaciones. A través de las visitas se ha dado a conocer la historia y costumbres del barrio árabe a vecinos y a turistas. Los participantes se han convertido en testimonios de primera mano de cómo trabajaban y vivían en la antigua judería.

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