A comienzos de 2015 el Consell tapiaba 24 viviendas en Alzira con la intención de evitar que nadie accediera hasta el interior. El estado ruinoso de las mismas había propiciado que la Generalitat se decidiera a cerrar a cal y canto los habitáculos pese a que en la capital de la Ribera al menos 90 familias con escasos recursos permanecían a la espera de recibir una vivienda social. Durante la reunión mantenida ayer entre la directora general de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE), Blanca Marín y el concejal de Urbanismo de Alzira, Fernando Pascual, se decidió diseñar conjuntamente un plan de actuación para revitalizar el grupo de viviendas y el entorno de la Plaza de la Ribera con el objeto de dar un impulso a esta zona degradada de Alzira en la que existen un número importante de viviendas deshabitadas.

A través de este plan se persigue normalizar la situación de estos grupos de viviendas así como la revitalización del entorno en una acción que perdure en el tiempo. Para ello se prevé la ejecución de un programa que incluirá la utilización adecuada de las viviendas, la mejora de esta zona de Alzira y la recuperación e integración social que se desarrollará desde los servicios sociales municipales. De este modo, técnicos municipales y autonómicos están ultimando la selección de las personas que, en breve, podrán acceder a tres viviendas en régimen de alquiler social en este municipio de la comarca de la Ribera. En total el gobierno valenciano gestiona 95 viviendas de patrimonio público en Alzira.