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Rescatan a una familia arrastrada por la corriente en el Marenyet

Dos clientes alcireños de un restaurante y una trabajadora del local salvan a dos niños de 5 y 16 años, a sus padres y al abuelo El mar estaba embravecido y sufrieron rozaduras en las rocas

Rescatan a una familia arrastrada por la corriente en el Marenyet

Dos niños y sus padres y uno de sus abuelos tuvieron que ser rescatados el pasado martes en la playa del Marenyet de Cullera. Dos integrantes de la familia Tauroni, muy conocida en Alzira que estaban tomándose un café en un restaurante al lado de la playa y una trabajadora del propio local participaron en el rescate de las cinco personas, que, por efecto de las fuertes corrientes marinas que se registraban esa tarde se alejaron de la orilla acercándose peligrosamente a el espigón de rocas.

El salvamento se produjo a las cuatro de la tarde del primer día de septiembre, cuando se dio por finalizado el servicio de socorrismo. Los dos clientes, Arturo Tauroni y su tío, Juanjo García, y la chica cullerense se lanzaron al agua haciendo uso del flotador de salvamento marítimo del que dispone el establecimiento para emergencias como esa.

Según explicaron ayer los propietarios del restaurante El Cordobés, el mar se encontraba muy agitado. Había bastante oleaje y la playa no era en ese momento apta para el baño dadas las fuertes corrientes que se suelen desencadenar en esos casos y, particularmente, en esa zona.

Tan solo había tres familias en ese momento en la playa y todos los testigos coinciden en señalar que la imprudencia de los bañistas provocó el incidente. Un niño de unos 5 años, su hermana de 16, sus padres y su abuelo se vieron arrastrados por las corrientes que les arrollaron hasta las piedras. El abuelo, de unos 70 años y que estaba más cerca de la orilla, fue el único que pudo salir por su propio pie.

Tauroni y su tío, de 55 años, no dudaron en salir en ayuda de la familia. Su conducta fue ejemplar. Y Suely Morales, la trabajadora del restaurante que se vio implicada en el rescate, ya tenía experiencia en ese tipo de vicisitudes. No era la primera vez que se lanzaba al agua para salvar a alguien. El año pasado ya tuvo que hacer uso del flotador para rescatar a una mujer que quedó atrapada por las corrientes marinas.

Por suerte, en el salvamento de esta familia, no fue necesaria la asistencia sanitaria, ya que los implicados salieron del agua con algún arañazo y heridas producidas por el roce con las rocas, y el incidente se quedó solamente en un susto para los rescatados.

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