Una fuerte tromba de agua que descargó a lo largo de la noche 169 litros por metro cuadrado en los alrededores de Alzira -la Murta y el cementerio o les Valletes de Brú, según diversas mediciones- y 90 litros en el casco urbano, según fuentes municipales, provocó el corte de carreteras y caminos rurales en el término y la inundación de sótanos y bajos comerciales en la ciudad, donde también permaneció cortada por inundación a primera hora de la mañana la avenida Adrián Campos, en Tulell. La Agencia Estatal de Meteorología cifraba por la tarde en 175,7 litros la lluvia acumulada en Alzira en base a datos recogidos por la Associació Valenciana d'Aficionats a la Meteorología, mientras que con datos propios señalaba que en Algemesí se habían registrado por la noche precipitaciones de hasta 100,4 litros por metro cuadrado, 85 en Carcaixent y 76 en Guadassuar. En la Barraca, por su parte, se recogieron 123 litros, según datos de Jovi Esteve, que a mediodía elevaba a 117 litros las precipitaciones en Algemesí, a 132 en Carcaixent y a 119 en Guadassuar. El meteorólogo comentó que en este episodio de tormentas -aclaró que no era una gota fría- pueden variar considerablemente las precipitaciones de un punto a otro.
Las intensas lluvias provocaron que, una vez más, se desbordara el barranco de la Murta en la confluencia con la CV-505 o carretera de Albalat, que permaneció cortada al tráfico entre las 7 de la mañana y las 8,30, según explicó el concejal de Servicios Públicos, Fernando Pascual. Este barranco también obligó a cerrar el Camí de Sant Bernabé al final del polígono. También se inundó el Camí l'Arena, un vial en el que confluyen cuatro barrancos que suele dar problemas cada vez que se registran lluvias intensas, aunque esta vez las aguas procedentes de esta cuenca no llegaron a inundar las casas del barrio de Les Basses, según el presidente de la asociación de vecinos, Pascual Carrasco. Por otra parte, desprendimientos en muros o márgenes obligaron a cortar cinco caminos.
Los problemas en el casco urbano de Alzira se localizaron en el entorno del parque de l'Alquenència, donde las aguas procedentes de esta amplia zona verde y los pasos de peatones elevados o lomos de burro propiciaron unos embalsamientos que acabaron inundando garajes e incluso varios locales comerciales. Elvira Olmos denunció que sobre las 2,30 de la madrugada, antes de que se produjera la tromba más fuerte, ya no se podía pasar por la calle Gabriela Mistral debido al agua acumulada. Las precipitaciones posteriores agravaron estos problemas.
El edil de Servicios Públicos, que visitó la zona y recogió en persona las quejas, reconoció que los vecinos tienen razón y atribuyó lo sucedido a un cúmulo de factores, aunque señaló que no es la primera vez que sucede. Fernando Pascual recordó que el parque de l'Alquenència está más alto que la calle y carece de desagües, admitió que los lomos de burro no tienen ninguna apertura que deje pasar el agua, aunque aclaró que no los ha instalado el actual gobierno, y apuntó que la intensidad de las lluvias provoca un arrastre de hojas que acaban tapando imbornales.
Algunos vecinos afectados señalaron que se estaba comentando la posibilidad de presentar una queja formal la próxima semana ante el ayuntamiento. El concejal, por su parte, anunció que se va a buscar una solución «para que no vuelva a pasar».
