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El temporal daña el arrozal de Sueca en plena maduración

El viento que acompañó a las precipitaciones nocturnas tumbó las espigas de la preciada gramínea

Nunca llueve a gusto de todos. El temporal de lluvia que azotó la noche del jueves la Ribera Baixa afectó considerablemente a los arrozales del término municipal de Sueca, cuyo cultivo ya está en la última fase de maduración. El viento que acompañaba la precipitación tumbó las espigas de la preciada gramínea.

Afectó sobre todo a las variedades más tempranas como son el bomba, fonsa, piñana y sirio, «y que además tienen más tendencia a tumbarse», explicó ayer a este periódico Enric Bellido, responsable del sector de la Unió de Llauradors.

Hay una cantidad considerable de espigas en el suelo lo que dificultará enormemente las labores de recolección.

Este arroz se verá doblemente perjudicado, según explicó Bellido, «por una parte por el agua y por otra parte porque será muy costoso y difícil de segar».

Momento determinante

A partir de ahora las condiciones atmosféricas serán determinantes para el desarrollo final del cultivo. «Sería necesario que luciera el sol y que no volviera a llover para que se vaya secando la paja», dijo el responsable de La Unió de Llauradors.

De hecho, las lluvias que se repitieron con menor intensidad ayer por la mañana impidieron que comenzaran a trabajar las primeras máquinas cosechadoras. «Algunos querían salir entre hoy y el lunes», comentó.

Aunque la mayoría, si se dan las condiciones, podrían comenzar las labores de siega a finales de la próxima semana.

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