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El verano se despide con casi 600 parados más en la Ribera

Agosto termina con un 2,17 % más de paro al finalizar los contratos en el sector servicios Los sindicatos denuncian que el 90 % de los contratos son a tiempo parcial y precarios

El fin de la temporalidad laboral que fructifica en el sector servicios con la llegada del verano ha provocado que la Ribera recupere desempleados y siga sin consolidar la bajada del paro. Las localidades de la comarca vieron aumentar, en conjunto, en casi 600 parados (594) sus listas, aunque cierto es que las personas que buscan un puesto de trabajo son alrededor de tres mil menos que en el mismo mes de hace un año.

La comarca ribereña ha ganado un 2'17 % en el mes, siendo la variación interanual de un -11'95 %. Los sindicatos se cargaron ayer de razón y cargaron contra los «espejismos» que el Gobierno central de Mariano Rajoy quiere convertir en recuperación económica.

«El sector servicios de la Ribera no ha cumplido este verano con las expectativas de contratación y el 90 % de los contratos han sido a tiempo parcial y de carácter precario. Además, tenemos constancia de que mucha de la contratación ha finalizado antes de que acabara agosto», explicó ayer el representante de Comisiones Obreras en la comarca, Josep Antoni Carrascosa. «Tenemos más trabajadores en paro, ha bajado el número de cotizantes a la Seguridad Social, lo que se recauda también ha bajado porque muchísimas de las cotizaciones son por horas o por días. Desciende el número de trabajadores que reciben algún tipo de ayuda de protección frente al desempleo, de los cuales solo un 20 % tienen actualmente reconocida la prestación contributiva, mientras que un 30 % reciben el subsidio o prestación mínima. Quedando por tanto otro 50 % sin percibir ninguna ayuda», explicó el secretario general de la UGT de la Ribera, Juan García.

Urge un gran pacto social

El porcentaje de ascenso del paro en la Ribera Alta y en la Baixa ha sido similar, con un 2'16 en la primera y un 2'21 en la segunda. «Se ha cronificado una estructura laboral diabólica, con unos ciclos totalmente volátiles, una recuperación efímera y la degradación de los trabajos, con personas con formación que se ven obligados a aceptar trabajos no cualificados», expuso Carrascosa. «Urge un gran pacto social entre Generalitat, empresarios y sindicatos para definir y poner todos los medios necesarios y en marcha y cambiar nuestro actual modelo productivo con inversiones que reviertan en una mayor industrialización y una mejora competitiva de nuestras empresas (investigación, desarrollo, comercialización etc.) para generar mucho más empleo real y que este sea estable y con derechos», argumentó García, quien defendió que también sería necesario abandonar la política de subvencionar económicamente los contratos temporales e invertir únicamente esas grandes cantidades económicas en incentivar los contratos fijos y estables.

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