Se cumplen tres meses de la toma de posesión del nuevo gobierno. ¿Han alcanzado los objetivos que se marcaron para estos primeros cien días?
La verdad es que se ha trabajado mucho tanto a nivel institucional como en cada una de las concejalías. También es verdad que empezábamos de nuevo, pero desde EU hacemos un balance altamente satisfactorio de los primeros meses de gobierno. Si no se han cumplido todos los objetivos creo que sí una mayoría y se está trabajando para hacerlo. La asignatura pendiente es la vivienda, pero se han adelantado en las prioridades que nos marcamos: pan, trabajo y vivienda.
Medidas como el bus gratuito para parados, el banco de alimentos o la agencia de alquiler todavía no se han concretado.
En efecto, pero se está trabajando en eso. En el tema del autobús urbano, en unas semanas se hará una propuesta porque se ha negociado con la empresa concesionaria. En el tema de la vivienda nos hemos reunido con la PAH y el ayuntamiento ha intentado mediar en algún caso puntual, aunque las entidades bancarias no están colaborando, y también se ha hablado con la conselleria para rehabilitar viviendas sociales. Por lo tanto, si no se ha conseguido el objetivo plenamente, sí se está trabajando para poder hacerlo. Además, el empleo ha sido una de las máximas prioridades y ponemos en valor que teniéndolo todo a cero y con un presupuesto prácticamente ejecutado al 75 % cuando entramos a gobernar, hemos podido sacar recursos para el plan de familias, para el plan de ocupación juvenil y para dar impulso algunas bolsas.
Tampoco se ha redactado el reglamento para regular la participación de la corporación en actos religosos que figuraba en el acuerdo, aunque EU después dijo que no participaría.
Para nosotros es una materia, no de emergencia o de principal relieve. Pese a todas las medidas que hemos adoptado se han centrado algunos debates en cosas simbólicas, que son importantes, pero que si miramos lo que implica presupuestariamente no es tanto. No obstante, nosotros pensamos que hay un precepto que si no se hace desde un gobierno de izquierdas difícilmente se hará, que es la separación Iglesia-Estado. Es un tema que se debería haber puesto encima de la mesa, nosotros hemos dicho lo que pensamos y serán los otros socios de gobierno los que deberán explicar su posicionamiento.
¿Cree que a la gente de la calle le preocupa tanto este aspecto?
Hay cosas que llevan 40 años sin solucionarse y en algún momento se tienen que solucionar, nosotros lo llevábamos en el programa, está en el pacto de gobierno y la ciudadanía ha querido y posibilitado que EU esté en el gobierno y, por lo tanto, entendemos que hay un apoyo de una parte de la ciudadanía para que eso se solucione. No es un tema de emergencia social, no implica un gasto, pero son preceptos constitucionales que en algún momento se tienen que cumplir.
¿Qué pretendía el cambio de nombre al declarar las fiestas locales para evitar la denominación Sant Bernat?
Se trata del calendario laboral. El calendario litúrgico lo marca la Iglesia y el laboral lo marcan las instituciones. No hay ninguna falsedad en decir que las fiestas son de Alzira, independientemente de que las personas quieran celebrarlo como Sant Bernat o como lo que sea dentro de su libertad religiosa. Y segundo lunes de Pascua es una denominación popular que no tiene por qué entrar en contradicción con quien quiera celebrar una festividad litúrgica. Las tradiciones, al fin y al cabo, cambian y van mudando en el tiempo. Dentro de la libertad religiosa, cada uno que lo celebre como estime pero las instituciones públicas han de recoger un poco una esfera independiente.
¿El voto de EU vale más que el del resto al ser la llave de la estabilidad?
EU, cuantivamente, tiene lo que tiene, un concejal, casi 1.500 personas que nos apoyaron, pero pensamos que también tiene un voto cualitativo en el sentido de que se hizo una labor de oposición muy grande y han habido propuestas que la mayoría de grupos han asumido. Incluso el PP en alguna propuesta, no dándonos la razón, la acabó aplicando. Eso es porque hemos hecho un diagnóstico de la realidad bastante acertado y porque teníamos propuestas que eran necesarias.
En polémicas como la del panel de Semana Santa, a juzgar por lo que dijo el artista, se impuso el criterio de EU para modificarlo.
Xavier Claur opinará lo que opinará, con todos los respetos, pero el equipo de gobierno tenía la obligación de acabar de montar un mural y entendemos que no se debía consentir que con dinero público se pagaran autoretratos. ¿Es más la Sra. Bastidas que otros alcaldes anteriores o posteriores? ¿Por qué ha de estar ella y no otros? Quien quiera un retrato que se lo pague.
¿Cómo hubiera valorado Vd. que alguien le sugiriera que modificara un trabajo?
El órgano de contratación es el equipo de gobierno y nos encontramos con un panel a medias, que debíamos acabar. Que ya estaba pagado y que se hizo además en campaña electoral, por tanto, en unas circunstancias atípicas y extrañas, y encima sin dar participación a otros artistas. Teníamos que acabarlo y como órgano de contratación estimamos que uno de los criterios era que el poder de turno no podía estar autoretratado con el dinero de todos. No se ha entrado en cuestiones estéticas, pero es un problema menor porque la obra ya estaba pagada y por tanto no ha habido ningún condicionante al artista.
¿El criticar de forma velada en las redes sociales la presencia en la procesión de Sant Bernat es una forma de marcar distancias con sus socios de gobierno 0 un guiño a su electorado?
Es ser coherente, con todo respeto a la postura de los otros grupos. Nosotros ya hemos manifestado nuestra opinión. Igual que un cura no preside un pleno del ayuntamiento, no entendemos por qué un alcalde ha de presidir una procesión. Si los cargos públicos quieren ir a una procesión que vayan a título particular. El resto es figurar.
