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«No pararemos hasta abolir la fiesta»

La asociación animalista pretende eliminar la tortura del programa de festejos de Algemesí

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­Explica Jesús Frare que «Folgança, iniciativa animalista» comenzó siendo una asociación enmarcada en el ámbito festivo que, con los años, acabó convirtiéndose en una organización que centra sus actuaciones en la defensa de los animales. Ayer celebraron la décima edición de una manifestación antitaurina que clama desde hace más de una década contra la tortura.

¿No es suficiente con que se haya suprimido la muerte del animal durante las becerradas?

No, no lo es. Nosotros defendemos la abolición de la Semana Taurina, las becerradas se convirtieron en un símbolo de nuestra lucha aunque lamentablemente no ha acabado ahí, se continúan masacrando novillos.

¿Que los becerros no mueran es un éxito de Folgança?

Es un éxito del movimiento animalista. Nosotros desde Folgança impulsamos la visibilización de lo que estaba pasando en la plaza, de la muerte cruel que estaban padeciendo animales que a menudo no cumplían el año de vida. Pero fue la implicación de los animalistas venidos de todas partes la que consiguió generar un debate y que se produjeran decisiones. También quedó al descubierto la cara negativa de las fiestas de Algemesí.

Precisamente la comisión taurina quiere que la «Setmana de Bous» sea un escaparate del municipio.

Ellos siempre intentan ocultarse detrás de la fiesta, tras la imagen de «les Festes de la Mare de Déu de la Salud», que son motivo de orgullo para el pueblo. La «Setmana de Bous» es ya en sí un escaparate, pero negativo.

¿Hasta dónde pensáis llegar?

No pararemos hasta abolir la fiesta. Sin concesiones. Cada vez hay más gente que expresa públicamente su voluntad de que no se pague con su dinero los espectáculos que conlleven la tortura de un animal. Y eso deben tenerlo presente nuestros gobernantes.

¿Te refieres a las novilladas?

Todos sabemos lo que pasa en las plazas de toros, lo hemos visto a través de las televisiones. Se baja el sonido ambiente para que no se escuchen los gritos de dolor del toro. Está prohibido grabar imágenes de primer plano del animal desangrándose para no herir sensibilidades, dicen. En las plazas de toros y en este tipo de fiesta se tortura a los animales hasta la muerte y eso debe acabar, no por cuestiones estéticas, sino éticas. No es propio de los tiempos que vivimos. Y espero que en Algemesí estos festejos acaben algún día no muy lejano.

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