La Generalitat ha impulsado un proyecto de restauración de la microreserva floral del Cabo de Cullera, que acoge diversos ejemplares de Limonium dufourii, una especie protegida que se ha visto amenazada en los últimos tiempos por factores ambientales y humanos. El acantilado del faro acoge uno de los pocos santuarios de limonium de la provincia. La planta se incluye en el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas.

El objetivo del plan de recuperación reside en lograr un estado de conservación favorable de este hábitat, a través de la eliminación manual y al completo de especies invasoras de flora exótica en la propia microreserva y en la zona contigua, en la que hasta ahora se pueden encontrar matojos termomediterráneos y preestépicos. La intención reside en erradicar la competencia que actualmente existe entre la flora exótica y las especies autóctonas de la zona. Además, también se llevarán a acabo actuaciones de limpieza de residuos, así como un mantenimiento y ordenación de las vías de acceso al mar que eviten un pisado excesivo y la nitrificación de la zona.

El proyecto cuenta con una inversión de 29.260 euros y creará a su vez 140 jornales, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Juan Vicente Armengot, en su visita a las labores de regeneración. Del mismo modo, se llevarán a cabo tareas de limpieza, tanto ahora como de cara a un futuro mantenimiento, a raíz de la detección, por parte de los técnicos, de la presencia de residuos y escombros en la zona, causada por el paso constante de visitantes y la acción del mar. Por ello se ha acordado el establecimiento de un voluntariado con la Fundación Assut, que llevará a cabo acciones de limpieza y retirada de basura en el acantilado y las áreas colindantes. Con tal de evitar la generación de residuos en la zona, el proyecto contempla una nueva regulación de los accesos, para evitar el pisado indiscriminado y se cambiará la señalización y vallado del entorno.