Un paciente que había acudido al servicio de urgencias del centro de salud Alzira II paseaba el viernes por la noche con cierta desesperación por la calle con el gotero puesto. Junto a él, una chica se tapaba un ojo que no podía abrir y un hombre aguardaba también en la calle a ser atendido de un corte en el dedo. El primero se había cansado de esperar una vez en la consulta, los otros aguardaban la visita. No había en ese momento ningún sanitario en el ambulatorio. Una llamada del SAMU provocó que el único médico y el enfemero salieran a atender otra urgencia y en el centro de salud sólo quedaba el celador. «Me parece un poco fuerte que siendo un fin de semana, que no sabes qué puede pasar, sólo haya un médico», comentaba Alfonso López, que asegura que entró el centro de salud con una reacción alérgica sobre las 20,30 horas y recibió el alta cerca de la medianoche.
Cuando una vez en la consulta le habían puesto el gotero entró la llamada del SAMU y se quedó sólo. «Esperé una hora y media y me salí a fumar un cigarro», comenta, mientras relata que durante la espera se acabó el suero del gotero pero nadie se lo podía quitar. Según su versión, en la consulta contigua había otra persona también con una reacción alérgica mientras que otros pacientes a los que alertaron en la puerta de la situación optaron por ir directamente al hospital.
Fuentes del departamento admitieron que hay momentos en que, «como sucede en cualquier centro de salud de la C. Valenciana», sólo hay un médico y un enfermero en las urgencias del ambulatorio, pero defendieron que los viernes hay dos hasta las 22 horas, por lo que cuestionaron que la espera fuera tan larga. Aseguraron que se aplican los ratios que fija la conselleria en base a los datos históricos de atenciones médicas teniendo en cuenta, además, que hay un hospital a sólo cinco minutos. En este caso, defendieron que el apoyo al SAMU se prolongó «una hora y algo» y que el facultativo era consciente de que se había aplicado un gotero al paciente, que no corría ningún riesgo y que el tratamiento precisaba un tiempo.
