Los niños menores de 4 años que nacieron en Siria no conocen la paz, ésta es la cruda realidad para quienes huyen de un país en conflicto. La vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, trasladaba al gobierno central la propuesta de crear un corredor humanitario para que los refugiados llegaran a España a través del Mediterráneo, al tiempo que reclamaba la necesidad de «dejarse de retórica» porque «estamos llegando tarde» a una situación de drama humanitario.
Ante esta tesitura muchos han sido los municipios de la Ribera que se han declarado públicamente ciudades de acogida para personas refugiadas: Almussafes, Algemesí, Carcaixent, Alberic o l'Alcúdia, entre otros, decidieron adherirse a la causa tras constatar la alarmante situación que están viviendo a día de hoy en este país en guerra. Pero de nuevo la realidad se muestra cruda y, pese a los comunicados emitidos por los ayuntamientos, son escasas las localidades que han movido ficha a este respecto.
Antonio Carratalá, alcalde de Alberic, opina que entre los motivos que están llevando a los ayuntamientos al inmovilismo destaca que «estamos a la espera de que estamentos superiores den directrices al respecto. Es un tema internacional, no son los problemas que habitualmente podamos encontrarnos en nuestros respectivos municipios y necesitamos que nos guien en ese sentido».
A estas alturas del año el dinero de las arcas públicas está repartido y el margen de movimiento es escaso. En la mayoría de localidades los consistorios están iniciando los trámites, estudiando si es viable adecuar edificios públicos para acoger a quienes escapan del horror o en el mejor de los casos acaban de aprobar en sus respectivos plenos la moción que les permitirá crear una comisión que a su vez les dejará impulsar a la iniciativa. Tal es el caso de Algemesí que el jueves aprobó en sesión plenaria conformar una comisión que estará compuesta por políticos y representantes de entidades sociales del municipio. En Carcaixent, Nacho Escandell, concejal de Participación Ciudadana, explica que «tenemos en mente algunos espacios que podrían servir para acoger a las personas refugiadas aunque todavía está todo en vías de negociación». Entre las excepciones está Almussafes que ha habilitado una partida de 7.500 euros que destinará al alojamiento de las personas que soliciten asilo. Toni García, alcalde de la localidad, ha querido matizar que «esta iniciativa se había pensado en un primer momento para acoger a vecinos del municipio con problemas» pero que dadas las circunstancias se ha contemplado también la acogida de refugiados. Informa el alcalde que desde la Federación de Municipios y Provincias les ha llegado un requerimiento que les invitaba a enumerar los servicios de los cuales dispone el municipio, es decir, plazas escolares y de instituto o capacidad para ofrecer atención psicológica, entre otros aspectos. La propuesta de Almussafes pasaría por alquilar una planta del único hotel que ha cerrado sus puertas en la ciudad, el Hotel Reig, y por sus habitaciones a disposición de quienes las necesiten. Apunta que si las negociaciones no llegan a puerto con el propietario, la partida se destinarían a alquilar otros alojamientos en Almussafes.
