La Conselleria de Infraestructuras lo presentó en 2009 como un proyecto prácticamente en marcha que solo dependía de una rutinaria cesión administrativa por parte del Adif. El entonces conseller Mario Flores viajó incluso a Xàtiva para explicar los detalles. Pero la realidad es que la conversión del antiguo trazado ferroviario entre Xàtiva y Manuel en vía verde, tras quedar en desuso con la variante, lleva paralizado desde entonces y no ha avanzado ni un centímetro. Ahora, con el cambio de gobierno en el ayuntamiento de la Costera, la concejal de Medio Ambiente Pilar Gimeno, de Compromís, ha situado entre sus gestiones prioritarias desatascar la intervención. La coalición fue pionera en reivindicar el corredor y no se ha cansado en reclamarlo desde 2008.
Gimeno ha articulado un frente común con el alcalde de Manuel, Josep Antoni Pastor —también de Compromís—, para trazar una hoja de ruta encaminada a reactivar la vía verde entre estas dos localidades y la Pobla Llarga. Los ediles coinciden en la necesidad de implicar a la Conselleria de Medio Ambiente para que encabece las negociaciones con Adif, propietaria de los terrenos. Conseguir que la entidad dependiente de Fomento ceda el espacio a un coste asequible resulta vital para que el proyecto, que ya está redactado, pueda desbloquearse.
«Llevamos más de 150 años con una cicatriz abierta que hay que cerrar ya y recuperar ese espacio para el pueblo», reivindica Pastor. Gimeno, por su parte, ha manifestado la necesidad de trabajar conjuntamente «para conseguir hacer realidad un gran parque que vertebre Xàtiva, Manuel y la Pobla Llarga». Ambos han solicitado una reunión con la conselleria con carácter urgente. La conversión del trazado del ferrocarril entre estas poblaciones supondría dotar a la Costera y la Ribera Alta de una alternativa ecológica y de ocio a las vías de comunicación ya existentes, que además complementaría la oferta de la Cova Negra y l'Estret de les Aigües y la vertebraría con les Salines de Manuel o la Font Amarga de Castelló de la Ribera. El tramo en cuestión tiene 11 kilómetros de longitud, de los cuales la mitad transcurren por término de Xàtiva. Hoy el paisaje es pasto del abandono, la degradación y el saqueo de materiales.
