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Alzira suprime el bar del Gran Teatro para evitar molestias en la sala

El recinto cultural también deja de tener casero debido a las necesidades de espacio detrás del escenario

El Ayuntamiento de Alzira ha decidido suprimir la barra de bar del vestíbulo del Gran Teatro al valorar que no es apropiada su presencia en un recinto cultural y debido a las quejas de espectadores por el murmullo que llegaba al patio de butacas por la concentración de clientes en torno a la misma. El gobierno municipal ha aprovechado la finalización del contrato de explotación del bar, que iba vinculado a los servicios de limpieza, mantenimiento y conservación del Gran Teatro, para suprimir la barra y ampliar el vestíbulo con este espacio.

Esta medida conlleva también que el Gran Teatro deja de tener casero, según explicó la concejal de Cultura, Aida Ginestar. La edil recordó que el contrato de limpieza y mantenimiento, que incluía la explotación de la barra como complemento, contemplaba que la persona encargada ocupara una pequeña vivienda ubicada en el extremo del escenario. La edil indicó que los técnicos habían alertado de las necesidades de espacio para evitar que el material que se desplaza en determinados espectáculos pueda bloquear las puertas de emergencia y, al no renovar este contrato que finalizó el pasado 31 de julio, también se podrá disponer de ese habitáculo. «El contrato ha acabado y los técnicos dijeron que se necesita ese espacio», incidió.

Ginestar aclaró que no se pierde ningún empleo ya que se contrata a otra persona para la limpieza del recinto y que, pese a la supresión de la barra, también está previsto mantener un servicio con determinados productos a través de máquinas expendedoras.

La edil de Cultura señaló que la decisión de suprimir la barra se adopta por las quejas recibidas sobre las molestias que la presencia del bar generaba -recordó que está prohibida la entrada de bebidas o comida al Gran Teatro aunque no siempre se respetaba esta disposición- y de acuerdo con los técnicos municipales, que así lo habían aconsejado al entender que el uso adecuado de ese espacio debe responder a las exigencias de un equipamiento cultural. Por otra parte, comentó que aunque la barra sólo era un complemento del contrato, se elimina la competencia que pudiera representar para los establecimientos del entorno del Gran Teatro.

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