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Cullera, pionera en enseñar a bucear a niños de diez años

Dos jóvenes cullerenses se convierten en los primeros valencianos que adquieren el primer nivel de buceo tras el cambio legislativo

Cullera, pionera en enseñar a bucear a niños de diez años

Hay jóvenes que muestran rápidamente dotes que les harán ser avanzados en diferentes disciplinas. Javier y Celia Pellicer han sido los primeros y únicos niños con 11 y 10 años que han realizado el curso de primer nivel de buceo en todo el territorio valenciano. Los dos pequeños, que realizaron el curso Open Water en el Centro de Buceo Delfín de Cullera, son los únicos niños que, por ahora, han aprovechado el cambio de ley a principios de este verano para sumergirse en el mundo del buceo. A raíz de la entrada en vigor el pasado 15 de abril del nuevo decreto que rige a los Centros de Buceo de la Comunitat Valenciana y regula su actividad en el territorio, se redujo la edad mínima de 16 a 10 años para realizar el curso Open Water, lo que se traduciría en obtener el primer nivel de buceo recreativo, con límites de profundidad. Hasta entonces, la ley de 1996 prevalecía y el buceo recreativo quedaba vetado a los menores de 16 años.

Los hermanos Pellicer, de 11 y 10 años, ostentan este título desde agosto. «Es como un ciclo universitario o un módulo. Ellos tienen el equivalente al primer nivel. De hecho, tienen el libro de adultos, y los ejercicios y prácticas que los adultos. Pero por la edad tienen esa limitación legal. Conforme crezcan, y por número de inmersiones, pero con el mismo título, podrán hacer inmersiones más profundas», explica Óscar Pellicer, padre de los dos niños e instructor en el club de buceo local. Con un examen, que consta de un tipo test y prácticas evaluadas, determinan el nivel del buceador. Javier y Celia explican que fue fácil de aprobar, pero después de muchas horas de esfuerzo y dedicatoria con su padre, que ha sido perseverante en el estudio de riesgos y normativas de los pequeños.

Gran responsabilidad

Óscar Pellicer puntualiza que estos ejercicios prácticos «los llevaron a cabo con otro instructor, ya que no es bueno que un familiar directo se los haga. Los ejercicios son lo más importante que tienen que saber por si tienen una situación de riesgo y ahí no hay que tener confianzas. Por eso los cogieron otros instructores».

Los dos pequeños empezaron en el mundo del buceo hace tres años, cuando llevaron a cabo su primera inmersión con el bautismo acuático, y afirman que hasta el momento no conocen a nadie de su edad que bucee. «Un amigo nuestro viene con nosotros y hace snorkel, pero no bucea. Se queda arriba y mira los peces», explican, a lo que su padre añade que impartir «el curso a unos niños de 10 y 11 años es una gran responsabilidad. Si se ha dado otro caso en la Federación seguramente será, como en el nuestro, teniendo un gran vínculo de los padres con el Club y si son buceadores, porque es mucha responsabilidad».

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