Más de 60.000 valencianos residen actualmente en Cataluña, la mayoría optaron por quedarse tras encontrar una oportunidad laboral. Entre ellos hay un nutrido grupo de vecinos de la comarca de la Ribera, personas nacidas en l'Alcúdia, Alzira o Carcaixent que, por unas razones u otras, apostaron por establecer allí su domicilio e incluso formar una familia. Ellos también deciden hoy el futuro de Cataluña en las urnas.
Pau Avellan cuenta que esta semana, durante un trayecto en tren, escuchó una conversación entre un argentino y una persona con acento francés. Ésta última le explicaba que, pese a su procedencia, se sentía profundamente independentista «creía en el proceso soberanista» relata. Para este vecino de l'Alcúdia, residente en Calafell, no resulta especialmente extraño que gentes llegadas de otros puntos de España o directamente de otros países se sientan catalanes. «Hay muchos hijos e hijas de andaluces y leoneses que votarán a favor de la opción independentista» y añade «en la calle se observan banderas catalanas y también españolas colgando en los balcones, las dos opciones conviven y no pasa nada». Las elecciones al Parlamento de Cataluña, que para el sector secesionista se ha planteado como un plebiscito sobre la independencia, se están viviendo con expectación, explica Avellan, «pero sin problemas» aunque no es oro todo lo que reluce. Existe también mucha inquietud, apunta Lluïsa Morató, también vecina de l'Alcúdia y residente en Banyoles. «Tanto por un lado como por el otro te pintan el cuadro ideal, aunque nadie sabe qué pasará. Ni todo será tan estupendo ni tampoco tan dramático», insiste. Nacho Martí de Carcaixent mira las urnas desde la perspectiva de la banca, «existe el peligro de que las grandes empresas abandonen Cataluña», lamenta. Entre los vecinos de la Ribera una ocupa un puesto de relevancia, la diputada por la CUP en el Parlamento Catalán, Isabel Vallet, natural de Benicull del Xúquer y nacida en Alzira, quien presenciará los resultados desde la primera fila política.
