La venta incontrolada de plantones de caqui ha abierto un nuevo frente de preocupación en el sector. El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, Cirilo Arnandis, reconoció ayer que varios agricultores han alertado al Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) de la aparición de frutos con semillas, que los expertos atribuyen a la plantación de variedades no astringentes que tienen flor masculina, lo que provoca la polinización de otras variedades como el Rojo Brillante. «Hasta ahora han sido casos puntuales, no es un problema», puntualizó Arnandis, que no obstante reconoció que «podemos tenerlo» si no se ponen las barreras adecuadas ya que la proliferación de este tipo de plantas podría derivar en una «pinyolà» que arruinara lo que hoy es una fuente de riqueza para muchos agricultores. «Si tiene semilla el caqui pierde todo el valor comercial», incidió el presidente de la DO «Kaki Ribera del Xúquer».
«Los agricultores tienen que saber que no se puede plantar cualquier cosa y más en una Denominación de Origen que tiene la suerte de tener un producto como el Rojo Brillante», incidió Arnandis, mientras detallaba que estas variedades no astringentes con flor masculina no producen semilla -recordó que se trata de un caso similar a la «nulera» en los cítricos- pero sí provocan que aparezcan en otras como el Rojo Brillante «que es hermafrodita y se autogermina».
El consejo regulador de la DO pretende realizar un trabajo de sensibilización para que los agricultores tomen conciencia del riesgo que representa, consciente o inconscientemente, recurrir a estas variedades que no necesitan un tratamiento para eliminar la astringencia y se pueden consumir directamente del árbol. «Uno no puede vender plantones sin saber el daño que puede hacer», incidió el portavoz de la DO. Otras fuentes del sector consultadas coincidieron en señalar como origen del problema «la ausencia total de controles» en la comercialización de plantones por parte de la Administración.
Certificados del IVIA
Cirilo Arnandis recordó que en Asia hay una gran cantidad de variedades de caqui no astringentes, pero incidió en que no se pueden implantar aquí variedades que no hayan pasado antes los controles del IVIA y señaló que este tipo de prácticas han resultado muy perjudiciales para el agricultor mientras recordaba la tristeza o la «pinyolà» en el caso de los cítricos «que al final las abejas no tenían la culpa sino otras plantaciones».
«Hemos creado una riqueza muy importante y no podemos ponerla en peligro», señaló, mientras comentaba que la DO ya ha instado al Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias para que controle esta práctica y alerta a los agricultores de que «tengan cuidado con lo que se planta». «No quiere decir que no se pueda hacer, pero tienen que ser plantas que hayan pasado los controles», puntualizó Arnandis.
Cabe recordar que la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) alertaba ayer de que, por primera vez, la plaga de la mosca blanca -que tradicionalmente afectaba a los cítricos aunque llegó a ser controlada- se ha cebado con el caqui. Desde el sector se ha venido reclamando también que se agilicen las autorizaciones para el uso de determinados productos para combatir plagas en un cultivo relativamente joven que cuenta con un catálogo de productos autorizados por muy reducido.
