Los árabes la denominaron «Al-Yazirat Suquar», la isla del Xúquer». Una evocadora descripción que denota la situación geográfica de una ciudad abrazada por su río. Pero también un deseo, el de conservar aisladas estas fértiles tierras. La decimoquinta edición de los Moros y Cristianos alcireños, que hoy finalizan, han recreado durante todo el fin de semana aquellas históricas contiendas de la Reconquista.
Ayer por la tarde el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, Joan Baldoví, diputado en el Congreso y el alcade de Alzira, Diego Gómez, contemplaron desde la tribuna de autoridades las espectacularidad de una «Entrada» que discurrió por las calles Polinyà, la avenida Luís Suñer y la calle Salvador Enguix hasta alcanzar la Plaça del Regne.
Último día de festejos
Hoy de nuevo Alzira muestra todo el espledor de «la Vila». Los desfiles de moros y cristianos descubren al visitante un barrio de trama irregular con estrechas calles, pequeñas plazas y edificios históricos en el que bien merece la pena perderse unas horas. A las 11:30h los arcabuceros toman «la Vila» y «Sants Patrons» anunciando la gran batalla final. Una breve parada en la iglesia de Santa Catalina para ofrendar flores y alimentos a la titular es el único alto en el camino. El fin de fiesta llega con la comida de hermandad que reconoce la trayectoria de diversos festeros y al anterior concejal de fiestas, Rafa Fita.
