El gobierno de Cullera valora el nuevo reglamento de contrataciones como un punto de inflexión histórico. «Es trascendente porque estamos cambiando la imagen que ha dado este ayuntamiento, con el anterior gobierno, pero también con otros previos de distinto signo político», admitió el alcalde en el pleno. «Hemos decretado el fin del enchufismo y abierto un tiempo nuevo para que los ciudadanos recuperen la confianza en las instituciones y en los políticos, quienes debemos gestionar los recursos públicos desde la más absoluta limpieza», subrayó Mayor. La oposición coincidió en la necesidad de cerrar esa etapa para que el acceso al trabajo público esté reglamentado. La ciudadanía había reclamado durante años que se regulara el acceso a los puestos de trabajo municipales de forma clara, transparente y en igualdad de condiciones frente a la práctica enquistada de utilizar los recursos públicos para tejer redes clientelares a través de la contratación pública.