Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

De la Alzira del futuro solo queda el solar

Únicamente se han construido 215 de las más de 7.000 viviendas previstas en el sector

El diseño inicial de la denominada M-10, una parcela situada a la entrada del bulevar, que fue presentado en una feria inmobiliaria aunque el promotor lo acabó descartando.

El inicio de las obras de urbanización del sector Tulell hace justo diez años -el acto simbólico de colocación de la primera piedra tuvo lugar el 7 de octubre de 2005- dejaba atrás un conflicto con los propietarios del terreno enquistado durante treinta años y diseñaba la imagen de la que debía ser la nueva Alzira con un gran zona residencial con capacidad para 7.000 viviendas -las previsiones iniciales antes de liberalizar el número de pisos por hectárea reducían la estimación a 5.000- en torno a un bulevar como eje central junto al que se levantarían nueve rascacielos de hasta 25 alturas y uno de treinta.

Era todavía la época del «boom» inmobiliario, de la fiebre de los PAI con miles de viviendas que se exhibían en las ferias inmobiliarias y en la que todo lo que se construía se vendía casi sin importar el precio. El ayuntamiento abrió la puerta a conceder licencias para que se pudiera simultanear la construcción de edificios con el desarrollo del sector si las obras no interferían con los trabajos de urbanización y hubo promotores cuyos solares lindaban con el perímetro consolidado del casco urbano que empezaron a edificar.

Unos, los menos, acabaron; otros no pasaron de los cimientos y la mayoría ni siquiera empezaron tras haber pagado precios desorbitados por el terreno? porque el tiempo ha demostrado que Tulell llegaba tarde. A la vuelta de la esquina aguardaba una crisis que ha paralizado el desarrollo de la principal zona de expansión urbana de Alzira. El ayuntamiento dio por concluida la urbanización de este sector que abarca 422.000 metros cuadrados a mediados de 2010 y en ese momento únicamente se habían concluido dos promociones con tres fincas y 132 pisos. Hoy, no hay muchos más. Se pudo acabar un cuarto edificio de trece alturas también junto al bulevar que se encuentra cerrado a cal y canto y con todos los bajos tapiado para evitar las acciones vandálicas que se han sucedido en el entorno. En total, estas promociones suman 215 de las cerca de 7.000 viviendas que pueden tener cabida en Tulell.

Cierto es que el ayuntamiento ha aprovechado el desarrollo urbanístico del sector para construir en el terreno que le correspondía el instituto de Secundaria, la ciudad deportiva, la sede de la Universidad Católica San Vicente Mártir, el recinto ferial y esta misma semana ha concedido la licencia de obras para la construcción del nuevo colegio de la Academia Júcar en un lateral del solar reservado en su día para el auditorio. De los rascacielos, ni rastro, a pesar de que algunos de ellos se expusieron en la feria Urbe Desarrollo para lanzar en algún caso la comercialización. En la feria del año 2007 se pudieron contemplar hasta tres proyectos, entre ellos el diseñado en un principio y posteriormente descartado por el propio promotor para la denominada M-10, la manzana que está ubicada en la cabecera del bulevar en la que se pueden levantar hasta 30 alturas.

Algunos promotores mantuvieron la tramitación de sus proyectos y, de hecho, el ayuntamiento llegó a aprobar en 2010 el estudio de detalle de dos de las torres, entre ellas el de la M-10 con el nuevo proyecto, que finalmente planteaba levantar dos bloques en forma de ele en alzado, separados por una calle interior en la que estaba previsto ubicar espacios comerciales. El espectacular proyecto inicial que unías las dos torres de treinta alturas por la parte superior pasaba a la historia. Para entonces la burbuja inmobiliaria había explotado. Los altos costes de construcción -en la M-10 se proyectaban 450 pisos-, la falta de financiación y la ausencia de potenciales compradores conforman un cúmulo de factores que paralizaron el desarrollo de Tulell.

Compartir el artículo

stats