La UD Alzira es un conjunto de contrastes este año. Es el segundo máximo anotador del grupo pero esta semana se ha situado también como el equipo que más goles recibe. La razón no es otra, según el entrenador, Dani Ponz, que los trabajos que se están realizando para reajustar al equipo en un nuevo sistema, con el objetivo de sacar el máximo provecho a las facultades de sus jugadores a nivel ofensivo. Ponz ha dejado de lado el tradicional 1-4-4-2 para empezar a jugar con el 1-4-2-3-1, en el que las bandas adquieren mayor protagonismo y el Alzira provoca más ocasiones peligrosas. David Grande es el máximo goleador del grupo con siete goles, mientras Mauro Melo lleva seis. En los últimos cuatro partidos se había padecido en defensa por los mayores riesgos atacantes y equipos como el Elche Ilicitano o el Castellón llegaron a superar la decena de ocasiones (los «orelluts» establecieron un récord que difícilmente nadie superará con 31 centros al área).
Ante el Benigànim el balance defensivo fue mucho mejor. Los visitantes tuvieron una ocasión en la primera parte y tres en la segunda. «Fueron, además, errores no forzados. Estamos progresando mucho pero aún no es suficiente. A nivel parado hemos mejorado un abismo pero es un problema de bloque, no sólo de la defensa. Somos muy ofensivos pero no podemos rechazar lo mejor que tenemos», opina Ponz.
