La alcaldesa de Carlet y diputada de Compromís, Maria Josep Ortega; el presidente de la Denominación de Origen Kaki Ribera del Xúquer, Cirilo Arnandis, y el eurodiputado de la formación valencianista Jordi Sebastià arrancaron ayer a la Comisión Europea un gesto de complicidad con el caqui ante el freno a la expansión que ha significado el veto ruso.
La delegación valenciana mantuvo un encuentro con Elizabetta Siracusa, jefa de gabinete del comisario de Agricultura, el irlandés Phil Hogan. En ella, la número dos del comisario europeo se comprometió a impulsar la promoción de la fruta para abrir nuevos mercados en la Unión Europea.
Es un gesto de Bruselas en compensación por la imposibilidad de que el caqui figure entre los productos europeos que reciben ayuda directa de la UE por el veto ruso ya que no supera las 500.000 toneladas con destino a este país.
Ortega, que viajó con una caja de caquis preparada por la Cooperativa de Carlet, aseguró que la reunión resultó «positiva» porque permitió que la Comisión Europea conociera de primera mano el problema del caqui.
Densidad de población afectada
La alcaldesa reclamó más consideración a esta fruta y que se tengan en cuenta parámetros como la densidad de población afectada, por tratarse de un cultivo muy preeminente en un determinado territorio, en este caso el de la Ribera del Xúquer. La visita es el resultado de un encuentro el pasado mes de agosto entre alcaldes de la Ribera y representantes del sector agrícola que se celebró en Carlet para reclamar más ayudas a la UE.
El presidente de la Denominación de Origen, Cirilo Arnandis, planteó la labor que realiza la Denominación de Origen y la inversión en materia de promoción, 1,7 millones de euros en 15 años. Siracusa alabó el trabajo de las cooperativas de la Ribera y aseguró que la Comisión Europea se implicaría en la promoción para la apertura de nuevos mercados.
Ortega explicó ayer a Levante-EMV que el objetivo era llevar a Europa la voz de miles de afectados, que directa o indirectamente viven del caqui en la Ribera, y puso como ejemplo Carlet, ciudad que tiene ya un porcentaje del 40% de la economía agrícola ligada al caqui, según dijo. «No podemos sufrir un año más las consecuencias negativas que supone el veto ruso», remarcó. «He incidido mucho en que no solo son productores los afectados, sino trabajadores de cooperativas, de envases, de transporte y por eso es necesario que se tenga en cuenta para el año que viene el impacto territorial», dijo.
Sin ayudas directas
El caqui ribereño había logrado abrir un mercado importante en Rusia por lo que se ha visto muy afectado por la crisis del veto de aquel gobierno a los productos de la Unión Europea a raíz de la crisis de Ucrania. La fruta se ha quedado sin ayudas compensatorias y no será incluida en la lista de productos beneficiados porque no alcanza, ni de lejos, las 500.000 toneladas exportadas a Rusia.
El eurodiputado de Compromís aseguró que es «una buena noticia saber que hay voluntad por parte de la Comisión de poner en marcha mecanismos de promoción que estimulen el consumo de caqui de la Ribera, pero continuaremos exigiendo criterios más sensibles en la adjudicación de ayudas ante la crisis», señaló.
