El Banco de Paja del Arroz de l'Albufera se consolida cada vez más como alternativa a las quemas selectivas, tal como revela el hecho de que, antes de finalizar su segunda edición, ya haya recogido 300 balas más de rastrojos que en 2014, según datos facilitados ayer por Acció Ecologista-Agró.
Y eso teniendo en cuenta que este otoño, por primera vez en muchos años, Agricultura ha permitido los incendios selectivos en todos los «tancats» del parque natural. La justificación ha sido la existencia o el alto riesgo de invasión de Leersia oryzoides, una mala hierba que amenaza el monocultivo del arroz y que ya tiene una preocupante presencia en algunas parcelas de la Ribera Baixa.
A falta de cinco días para cerrar el banco, éste suma ya 1.015 balas de rastrojos mientras que el año pasado acabó con 720 pacas recogidas. La elevada aceptación de «esta innovadora iniciativa» de carácter ciudadano demuestra, a juicio del colectivo ecologista, «la viabilidad» de una «propuesta alternativa y sostenible para la gestión de la paja del arroz en el Parque Natural» de l'Albufera.
«El objetivo es actuar de facilitadores y poner en contacto a los agricultores que necesitan la paja para acolchar sus huertos y a los arroceros que, a su vez, necesitan deshacerse de esos rastrojos», explicó Lucía Moreno, de la comisión de Territorio de Agró. «Queremos demostrar —añadió— que existe demanda de lo que es un recurso para muchos y que en el marjal es un residuo. De hecho, hasta ahora esa necesidad de paja se estaba satisfaciendo en ocasiones con paja de trigo cuando en el entorno de l'Albufera hay de sobra».
El banco dará por concluido su período de encargos el próximo martes, 20 de octubre, tras permanecer activo desde finales de septiembre. Hasta que cierre, los agricultores interesados en formar parte del proyecto pueden solicitar la recogida de sus rastrojos en la dirección de correo electrónico pallaalbufera@gmail.com.
El empaquetado de cada fardo y su retirada tiene un coste de un euro. El bajo precio de esta actuación se debe a que el trabajo lo desarrollan de manera altruista y voluntaria los miembros de las asociaciones que impulsan el proyecto. «El euro es estrictamente el coste de la empacadora que hace la bala», detalló Moreno, quien apuntó a que «en un futuro, agricultores y arroceros podrían establecer sus propios canales para continuar con esta interrelación».
Una iniciativa ciudadana
El Banco de la Paja del Arroz de l'Albufera es una iniciativa ciudadana impulsada por Acció Ecologista-Agró, la Cooperativa Agroecológica l'Aixada com Eixida de Picassent, la Escuela de Capataces Agrícolas de Catarroja, la Fundación Assuti y el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (Cerai). La propuesta cuenta también con la colaboración de Okambuva, una cooperativa dedicada a la bioconstrucción.
Una vez embaladas, las pacas de rastrojos se emplean fundamentalmente para usos agrícolas. La mayoría sirve para acolchar huertos —disminuye la pérdida de humedad, evita la proliferación de malas hierbas y acaba por nutrir el terreno—, aunque también se utiliza en ganadería y en la investigación y experimentación.
