Desde ayer Carcaixent está oficialmente hermanada con la ciudad de Eeklo. El acto, que fue presidido por el alcalde belga Koen Loete y el munícipe local Paco Salom, arrancó sobre las 11 horas en la Plaça Major con una actuación de los sbandatori de Feltre -ciudad hermanada también con Carcaixent- y la interpretación de algunas piezas musicales por parte de miembros del conservatorio de la localidad ribereña.
El eurodiputado, Jordi Sebastià, tampoco quiso perderse la ocasión de participar en la ceremonia de unión de estas dos ciudades europeas. De hecho, fue el encargado de cerrar la jornada en el auditorio de las Dominicas.
Salom explicó que en julio una delegación se desplazó hasta la localidad belga para firmar la primera parte del acta de hermanamiento que ayer culminó en Carcaixent con la segunda firma.
Representantes de entidades sociales y culturales locales y belgas coincidieron en la buena sintonía que han demostrado los vecinos de ambos municipios.
Heidi De Dobbeleare, miembro de la delegación belga, contó que algunas familias de Eeklo invitaron a pasar unos días a otras familias de Carcaixent el pasado verano resultando para todos una grata experiencia. «Celebramos una fiesta muy grande, con mucha gente a la que asistieron más de 250 personas», rememora.
La representante belga hizo hincapié en el carácter abierto de los vecinos de la Ribera, en su deliciosa gastronomía y, como no, en el agradable clima del que disfrutan prácticamente todo el año: «en Bélgica vamos todos con chaqueta y guantes a estas horas» relató «mientras que aquí vestimos con ropa de verano».
El alcalde de Carcaixent destacó las similitudes entre ambas localidades. «Eeklo se suma a la familia de pueblos hermanados con el nuestro, ahora somos uno más», apuntó el munícipe, «junto con Feltre y Bagnols-sur-Cèze». Las asociaciones de hermanamiento de sus respectivas localidad tejen relaciones constantemente a través de visitas e intercambios.
