Con apenas 24 años, Mónica García se lanzó junto con Elena Plaza a captar las historias de aquellos que encontraron asilo y cobijo en la sede de la Asociación de Cameruneses de Valencia. De Catadau y Torrent, respectivamente, estas jóvenes periodistas no disponían de medios económicos para materializar el proyecto que tenían en mente, pero sí muchas ganas y una cámara réflex. Y con eso, en principio, debía bastar. Tras cinco meses de trabajo ininterrumpido surgió «Vallas para África. Más allá de la instantánea», un documental que pretende «invitar a la reflexión» sobre la situación de los migrantes en situación irregular en España.
«La idea surgió de una forma totalmente inesperada», explica la vecina de Catadau. El director del periódico digital de Guinea Ecuatorial Diario Rombe, Mocache Massoko, les comentó que la asociación camerunesa de Valencia llevaba meses acogiendo en su sede a personas migrantes recién llegadas que se encontraban en situación administrativa irregular. Relatar las dificultades a las que se enfrentan estas personas, contar que existen mafias y cómo les afectan las políticas de exclusión se convirtió en su objetivo.
«Queríamos denunciar, pero sobre todo poner nombre y apellidos a la criminalización sistemática de las personas que huyen en busca de una nueva oportunidad. Los cameruneses son, después de los sirios, el colectivo que más entradas no autorizadas realizó en 2014 a territorio español», sentencia.
Espacio de reflexión y crítica
Desde que empezaron a grabar en octubre de 2014 hasta mayo el hilo conductor fue cambiado de forma y convirtiendo el reportaje en un espacio de reflexión y crítica que tiene como punto de partida la situación económica y social de los países subsaharianos, concretamente de Camerún.
Los protagonistas del documental son fundamentalmente personas de Guinea y Camerún, historias recogidas en la sede camerunesa en Valencia que narran las vivencias de Manuel Ganso, un joven guineano estudiante de Económicas que perdió su visa de estudios por problemas para acreditar 10.000 euros en su cuenta bancaria, o de Fernando Ntutumu, presidente del grupo afrosocialista de Valencia, quien aportó la visión institucional de los problemas a los que se enfrenta el colectivo africano.
También participaron en el proyecto algunos políticos valencianos de varios estratos y colores como el eurodiputado Jordi Sebastià, Herminia Palomar (PP), Fran Ferri (Compromís) o Ana Bedrina (Podemos).
El documental se ha proyectado ya en Valencia, en Catadau y ahora pretenden hacerlo también en la vecina localidad de Alfarp. Mónica García espera que su trabajo sirva para reflexionar sobre el drama que padecen algunas personas que tan sólo tratan de buscar un futuro mejor.
