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Una plaga de topillos amenaza la cosecha

La Unió de Llauradors alerta a la Conselleria de Agricultura de la desmesurada presencia de roedores - En Polinyà del Xúquer los agricultores denuncian que no tienen armas para combatir al mamífero mientras sus árboles se están muriendo

Una plaga de topillos amenaza la cosecha

Otra plaga está causando revuelo entre los agricultores de la Ribera, aunque esta vez ataca desde el subsuelo y los afectados, por el momento, no disponen de armas para luchar contra ella. Se trata del «topillo», el crecimiento exponencial de estos roedores empieza a ser preocupante a tenor de los árboles que aparecen muertos tras su intervención.

La Unió de Llauradors ha trasladado a la Conselleria de Agricultura su preocupación ante la aparición en parcelas cercanas al río Xúquer de «una desmesurada y descontrolada presencia de topillos». Un hecho que provoca incluso la muerte de los árboles. Fernando Durà, agricultor de Polinyà del Xúquer, confirma este extremo y admite sentirse especialmente desesperado ante una plaga contra la que no tiene armas con las que combatir.

Desesperados

Este citricultor de la Ribera no sabe a qué atenerse. Su padre y él habían estado observando que en sus tierras habían aparecido unos pequeños montículos de tierra. «Los montoncitos», explica el agricultor, «que estaban distribuidos alrededor de los árboles». Continuaron investigando y se dieron cuenta de que en el subsuelo «había una especie de galerías o túneles», aclara, «y a su alrededor árboles secos y muertos». Intentaron eliminar la plaga con raticidas y otros productos pero se dieron cuenta de que sus improvisados remedios no funcionaban y pararon de utilizarlos.

Ferran Gregori, técnico de la Unió de Llauradors, dio la voz de alarma al informar de que se estaba esparciendo entre ciertos círculos que el control de la plaga pasaba por la utilización de determinados productos que, en muchos casos, eran altamente contaminantes. Motivo por el cual desde la asociación agraria pidieron a la conselleria que hiciera un seguimiento del tema e informara a través de un boletín de avisos sobre los métodos legales y eficaces para luchar contra ella.

Según apuntan desde la Unió de Llauradors, «el Servicio de Sanidad Vegetal dice que el fosfuro de aluminio es un producto registrado y eficaz pero muy tóxico y requiere que sean empresas especializadas las que lo apliquen».

Durà coincide en que debe ser una empresa experta en la materia la que actúe en este caso, pues las galerías se pierden en el subsuelo y es imposible que ellos mismos se ocupen de controlar esta plaga que tantos quebraderos de cabeza les está ocasionando.

Árboles secos

La muerte del árbol se produce cuando el topillo ataca a las raíces al intentar alimentarse de ellas. «Acaban secándose y muriendo. En mis campos de naranjos y en la huerta que tengo justo al lado se ve claramente lo que está pasando», lamenta el agricultor.

Otra de las soluciones, siempre y cuando el tipo de cultivo lo permita, consiste en labrar para desfondar y destruir las madrigueras, aunque en el caso de que la plaga acabara extendiéndose mucho tampoco resolvería la problemática porque los roedores acabarían desplazándose. Hasta el momento, explica Gregori, «la plaga de topillos no era especialmente significativa en la comarca» aunque en los últimos tiempos algunos labradores han trasladado su procupación, sobre todo por su desconocimiento sobre cómo cobatirla o los productos que pueden usar para tratar de erradicarla.

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