Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Su voracidad puso en jaque los campos de Castilla

El técnico de la Unió de Llauradors, Ferran Gregori, recuerda la plaga de topillos que mantuvo en jaque a los agricultores de Castilla y León durante el transcurso del año 2007. Esta especie euroasiática comenzó a extender su hábitat hacia el sur, liberándose de sus depredadores naturales, las rapaces.

En años normales, su población no llegaba a superar los 100 millones, pero en el verano de 2007, se estima que alcanzaron por lo menos los 700.

Tras un verano devastador, la plaga se dio por finalizada oficialmente a finales de septiembre de 2007 al haber descendido la densidad de estos roedores en esa región española.

Arrasaron un total de 500.000 hectáreas de cultivos, especialmente en Valladolid, Segovia, Zamora y Palencia, y provocaron pérdidas por valor de 15 millones de euros. Su voracidad les llevó a ser calificados como el azote de Castilla y León.

e. c. alzira

Compartir el artículo

stats