El gobierno de Cullera trasladará al pleno municipal ordinario de noviembre la aprobación provisional de la modificación de la ordenanza fiscal reguladora del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

La novedad de este año reside en la proposición por parte del ejecutivo de la renuncia a recaudar un millón de euros más en comparación con 2015, una medida que, en palabras del concejal de Hacienda, Juan Vicente Armengot, «no afectará a la prestación de los servicios municipales, ni a las políticas sociales y de inversiones previstas». El objetivo de esta iniciativa reside, según el gobierno municipal, en evitar sangrar aún más economía de las familias a través de un tributo que ha afrontado subidas exageradas en los últimos años, de acuerdo con su política social de ayuda a las familias.

Así, en 2016 Cullera tiene previsto recaudar en concepto de IBI 14.671.411 euros, mientras que de haber seguido con la política fiscal del anterior gobierno la cifra ascendería a los 15.617.954 euros. De esta forma, y para hacer efectiva la medida, el gobierno local propondrá la aprobación de una reducción de seis puntos del tipo de gravamen, que pasaría del actual 0,99 al 0,93, de recibir el visto bueno de la corporación.

A través de la iniciativa, el equipo de gobierno pretende frenar una subida desproporcionada en el recibo que se generaría después de que el Catastro haya actualizado los valores catastrales de la población tras haberlos revisado para el año próximo. Así, tras la revisión catastral para 2016, el coeficiente que deberá aplicarse es del 1,1.

Por su parte, el alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha señalado que el nuevo gobierno quiere «poner fin de este modo a una época marcada por el aumento de la presión fiscal sobre los vecinos» a lo que añade que, a pesar de no poder rebajar los impuestos por las condiciones del plan de ajuste aprobadas por el antiguo equipo de gobierno, su intención es «minimizar las subidas anuales a las que nos obliga la ley en la medida de nuestras posibilidades y eso es lo que estamos haciendo con esta medida. Para nosotros habría sido más fácil seguir con política fiscal del anterior gobierno y recaudar un millón más, que nos vendría muy bien, pero los ciudadanos ya han pagado demasiado la crisis y es hora de que se les deje de apretar más».

Durante los últimos años, el IBI en Cullera había subido de modo que de los 10.921.102 euros que se recaudaban en 2011 se pasó a los 14.451.229 en 2015. Ahora el recibo se incrementará en 1,4 frente al 7 % previsto.