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Agricultura

La caída de un 25 % de la producción eleva el precio del cítrico en la Ribera

El valor de las cosechas aumenta un 15 % en un año Variedades como la navelina o la satsuma retroceden ante la pujanza del caqui

La campaña citrícola en la comarca de la Ribera ha arrancado con buenas perspectivas de rentabilidad para los productores tras varios años de caídas continuadas en la cotización. La producción es claramente menor y el descenso muy relevante respecto a años anteriores, del 25% en apenas un ejercicio. Sin embargo, el precio que se paga por las cosechas es hasta un 15 % mayor en el inicio de la campaña citrícola.

La Ribera es una de las comarcas donde más ha caído la producción, por encima de la media provincial del 20%, ante la pujanza de los cultivos alternativos.

Variedades como la navelina o la satsuma, que registra ya disminuciones del 50%, son algunas de las que han sufrido mayores retrocesos por la falta de rentabilidad en los últimos años.

Pero no todo son malas noticias en el inicio de la campaña citrícola. La merma de cosecha ha aumentado considerablemente el precio hasta generar una situación que los técnicos califican de aceptable e incluso recuerda de alguna forma a épocas más boyantes para la naranja ribereña.

La campaña tiene una peculiaridad propia ene la Ribera como es la concentración de la producción, cerca de un 70%, entre mediados de noviembre y las dos primeras semanas de enero, lo que condiciona la totalidad del ejercicio. Esa concentración de la producción hace muy difícil la competencia con las variedades tempranas de otros territorios, como la Safor o la Marina, zonas muy competitivas, según explica el técnico de la Unió de Llauradors, Ferran Gregori. También en variedades tardías, la comarca está lejos de ser competitiva.

Parte de la pérdida de producción es consecuencia de las altas temperaturas de la primavera y el verano, pero sobre todo por la disminución de la superficie de cultivo ante la sustitución masiva de los cítricos por cultivos alternativos que se expanden por toda la Ribera. Hay municipios como Carlet o l'Alcúdia donde el caqui ya ha superado claramente al cítrico. En contraposición, las lluvias de primeros de septiembre resultaron beneficiosas para los cítricos y han contribuido a conseguir unos calibres que compensan parcialmente la pérdida de fruta en los campos.

Un 23% menos en mandarinas

Desde la Conselleria de Agricultura explican que, concretamente, las temperaturas del día 14 de mayo tuvieron un efecto negativo, al provocar la caída de abundante fruto, de reducidas dimensiones en esos momentos, sobre todo de las variedades más tempranas. En zonas del término municipal de Benifaió llegó a caer del árbol el 80% de la cosecha.

Las mandarinas registran una merma del 23 % con una reducción significativa en el grupo de clementinas tempranas, como Marisol o Arrufatina, a pesar de las nuevas plantaciones de las variedades de Oronules y Clemenrubi.

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