Los trabajadores de la empresa pública Idasa, que gestiona la piscina cubierta de Alzira, han mostrado su malestar por los comentarios que se han vertido tras conocerse que el ayuntamiento les asumirá al disolver la sociedad anónima y han señalado que, si bien ahora la empresa es deficitaria, durante muchos años se ha autofinanciado y en los años de la crisis ha mantenido un servicio de calidad gracias al esfuerzo de la plantilla.
Los empleados consideran injustos algunos calificativos que dicen haber sufrido pese a que el ayuntamiento ya dejó claro que pasan a una figura jurídica denominada indefinidos no fijos, que no funcionarios, y por otra parte agradecen el «apoyo y confianza» de los usuarios de la piscina.
La plantilla recuerda que desde la creación de la piscina «y hasta marzo de 2015» siempre se ha autofinanciado con recursos propios «pese a la subida del IVA de trece puntos, el aumento del coste de las energías y de los suministros» y que en los años de la crisis «se ha seguido subvencionando desde la empresa a colectivos como jubilados, escolares, parados, discapacitados o asociaciones, en parte, gracias a nuestro esfuerzo y sacrificio, en muchas ocasiones no remunerados, para poder seguir dando un servicio de calidad a la ciudadanía».
La piscina cuenta con una plantilla de 20 trabajadores «con más de catorce años de experiencia», destacan los empleados de Idasa, que señalan que por todos estos argumentos «junto al desamparo e incertidumbre en la que nos encontramos sobre cual va a ser nuestro futuro» lamentan los comentarios vertidos en internet.
El Ayuntamiento de Alzira acordó en el último pleno iniciar los trámites para asumir por gestión directa tanto la piscina como la emisora municipal Alzira Ràdio, que la Ley de Sostenibilidad y Racionalidad obliga a disolver antes del 1 de diciembre por ser deficitarias.
