Los vehículos motorizados acamparon para quedarse en las calles del territorio valenciano (así como en prácticamente todo el mundo) y con ello sacaron a la pilota del espacio público. A acción, reacción. Unos jóvenes de Villanueva de Castellón crearon hace unos años el màdel ante la necesidad de ocupar nuevos espacios por la inexistencia de terrenos de juego para la práctica de la pilota valenciana. Los creadores de este nuevo deporte, de hecho, quisieron realizar una especie de «protesta» para visualizar su descontento por la expansión de prácticas de escaso arraigo en el territorio valenciano y el arrinconamiento de la cultura alrededor de la pilota.
La falta de instalaciones para jugar a pilota se sufre sobremanera en Valencia capital, donde un grupo de jóvenes, con Ricard Sentandreu a la cabeza, crearon el màdel, práctica que acabaron por patentar. También en Villanueva de Castellón, donde el club ocupó la pista de pádel para entrenar sus dotes pilotaires. Empezaron jugando con pelota de badana pero después desarrollaron diferentes fórmulas para conseguir unas partidas más intensas.
El màdel cuenta en la actualidad con su particular reglamentación. De su mano nacieron los primeros campeonatos, primero como «pàdel a mà» y después ya como màdel.
Sólo pretende ser una herramienta para la práctica de la pilota valenciana «pero nos hemos dado cuenta que es una modalidad que engancha mucho y que es muy lúdica porque les gusta a todos, tanto a los expertos como a los que empiezan a jugar. Hemos creado una nueva pelota que salta menos que la de badana y no hace falta enrrollarse las manos y eso gusta mucho», explica el castellonense Sentandreu, uno de los pilotaris más destacados de la comarca ribereña.
La expansión ha llegado prácticamente con el boca a boca, sin apenas difusión. En Villanueva de Castellón se han organizado ya tres campeonatos locales, mientras este pasado verano nació el primero de Senyera, con la participación de cerca de veinte equipos. Todo un éxito. Numerosos clubes han pedido ya pelotas específicas y han empezado a practicar el màdel en sus respectivas zonas. Destacan sobre todo la idoneidad para la mejora de la técnica de los jóvenes y el dinamismo de un deporte que se practica prácticamente con las mismas reglas del pádel y que, por lo tanto, goza de las mismas facultades. Seguramente en navidad habrá un campeonato en Picanya y se han interesado otros como el de Carlet o el de Alfafar.
Hace unas semanas, el màdel dio un nuevo paso con su difusión entre personas con discapacidad que utilizan la práctica como herramienta de inclusión.
