Elena Bastidas dará el salto a la política nacional tras su designación como cabeza de lista del Partido Popular por Valencia para las generales del próximo 20 de diciembre, pero no tiene intención de abandonar la esfera local. «Tengo un compromiso con mis 7.507 votantes y cuando adquiero un compromiso lo cumplo», comentó ayer la exalcaldesa de Alzira, que dijo no cambiar «ni una coma» de las declaraciones que realizó en una entrevista concedida a Levante-EMV tras la constitución del nuevo ayuntamiento -la confirmación del acuerdo de gobierno entre Compromís, PSOE y EU dejó al PP en la oposición- en las que mostraba su intención de agotar el mandato como concejal tras reconocer que, por momentos, había pensado en dimitir.
Bastidas, que comentó que su designación como cabeza de lista fue una sorpresa incluso para ella pese a que figuraba en muchas quinielas para ocupar alguno de los puestos de salida -señaló que Isabel Bonig le llamó el viernes por la tarde para comunicárselo-, defendió que se abre una etapa en la que todo es nuevo aunque, a falta del resultado de las elecciones y de la configuración de los grupos parlamentarios, en principio, no ve problemas de incompatibilidad para ejercer como diputada en el Congreso y mantener el escaño en el Ayuntamiento de Alzira.
«No tengo claro que el tripartito acabe bien, no veo un gobierno fuerte y cohesionado y tengo que estar ahí por si el pueblo me necesita», incidió la exalcaldesa, que desde el primer momento ha augurado poco futuro a la coalición de izquierdas que gobierna el consistorio tras las últimas municipales.
Su designación como cabeza de lista por Valencia le garantiza un escaño en las Cortes Generales que se constituyan tras el 20-D. Existen pocos precedentes de políticos de Alzira que ejercen como diputados nacionales. El último alcireño que ocupó un escaño en el Congreso fue Jordi Blasco Castany hace más de 25 años.
El hermano del exalcalde de la ciudad, Francisco Blasco, y del exconseller en diferentes gobiernos de PSOE y PP, Rafael Blasco, hoy en prisión, formó parte del grupo parlamentario socialista en la tercera legislatura de la Democracia y, concretamente, entre el 9 de julio de 1986 y el 2 de septiembre de 1989. En esa época, la familia Blasco dominaba una potente agrupación de Alzira, la estructura comarcal del PSPV y también contaba con un enorme poder institucional con la presencia de Rafael Blasco en el Consell de Lerma -hasta que le destituyó en 1989- mientras que Paco Blasco llegó a compaginar la alcaldía de Alzira con la presidencia de la Diputación de Valencia.
Elena Bastidas subrayó ayer su compromiso de trabajar por Alzira representando en este nuevo ámbito los intereses valencianos. «Vamos a luchar para sacar unos buenos resultados», comentó la candidata popular por Valencia, que admitió que será difícil repetir los resultados de 2011 cuando, apostilló, el PP obtuvo los mejores resultados en unas generales.
Bastidas expresó su satisfacción por haber sido designada cabeza de lista en unos comicios generales «en un momento tan importante para el futuro de nuestro país» y comentó que tener la oportunidad de ser una de las voces del partido en el Congreso después de treinta años de militancia en el PP suponía un orgullo y también una responsabilidad.
