El fútbol sala siempre se ha situado en esta sociedad como un hermano pequeño del fútbol 11. Sin embargo, el espectáculo ofrecido en las pistas de parqué es incluso mayor, dada la técnica de los jugadores. Bien lo saben en Alzira, donde se sitúa una de las academias más potentes de la Ribera. Es el Micela. El Palau d'Esports acogió recientemente el acto de presentación de los equipos que conforman la escuela base. Saltaron al parqué los 47 jóvenes que componen las plantillas de los equipos que defienden la elástica alcireña en las categorías inferiores. Este año la escuela cumple su duodécimo aniversario y cuenta con cuatro equipos: alevines, infantiles, cadetes y juveniles, que formaron en pista junto al primer equipo.
Los dirigentes del club indicaron que el objetivo principal respecto a la base es el de «educar en los valores del deporte a todos los jóvenes que pasan por las categorías inferiores, siempre con la finalidad de que se diviertan y hagan deporte, pero sin dejar de lado la competición, pues a largo plazo, lo que se busca es nutrir al primer equipo de jugadores preparados y dispuestos a competir en divisiones nacionales». Además, a los equipos federados, se unen los más de 70 niños que acuden a los entrenamientos de la Escuela Municipal de Deportes, que el Alzira Fútbol Sala gestiona en colaboración con el ayuntamiento de la ciudad. Son un total de 120 chavales a los que el Alzira Fútbol Sala está proporcionando formación y educación en los valores del deporte. Nunca está de más.
