El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, expresó ayer en Alzira su preocupación por el «funcionamiento» de algunas Empresas de Trabajo Temporal (ETT) ya que, según dijo, «en muchas ocasiones se está esclavizando a los trabajadores en el campo» y anunció que el lunes se celebrará una reunión con distintos agentes que pueden intervenir para combatir este problema, entre ellos la Inspección de Trabajo, ya que advirtió que «no vamos a permitir que el trabajo se considere una mercancía más».
Ximo Puig se desplazó ayer a Alzira para asistir a la gala de los premios literarios, aunque antes se reunió en el ayuntamiento con parte del gobierno local, que le expuso algunas de las reivindicaciones pendientes, y asistió también a la reunión convocada por la dirección general de Seguridad y Emergencias con alcaldes de la Ribera para presentar el nuevo Patricova. El presidente de la Generalitat comentó al hilo de una petición del edil de Promoción Económica que el empleo «es el centro de la política» del nuevo Consell y anunció una «refundación del Servef» para acercar la acción de fomento del empleo a los ayuntamientos «porque son los que mejor conocen la situación de la economía local» y, a medio y largo plazo, dijo, «reformar el modelo productivo».
«Es evidente que de un día para otro no se cambian las cosas ni vamos a conseguir esa plena ocupación que es un deseo fundamental al que no renunciaremos nunca, comentó el president, mientras defendía que se ha empezado con planes de choque, primero uno dirigido a unos 80.000 jóvenes y anunció otro para parados de larga duración, «que son personas que están prácticamente al límite».
Puig señaló que la Generalitat apuesta por políticas «con mayor intensidad de innovación y de reindustrialización para cambiar un modelo fracasado, el de la especulación», dijo, por un modelo basado en el conocimiento y en la industria agroalimentaria. Fue en ese momento cuando mostró su preocupación por el funcionamiento de algunas ETT que, según dijo, están esclavizando a los trabajadores. «Sabemos los problemas que hay de competitividad en el campo, de precios, pero no se puede utilizar a los trabajadores de forma que el trabajo sea una mercancía más», señaló.
