Más de 1,6 millones de metros cúbicos extraídos de los pozos de agua potable de Alzira o procedentes de la potabilizadora de la Garrofera -y por lo tanto comprados- se han perdido en la primeta mitad del año en la red pública que distribuye el agua a los más de 20.500 abonados que hay en la ciudad. Un informe de la empresa concesionaria fechado en julio revela que en la primera mitad del año se han reparado 245 fugas en una red compuesta por casi 180 kilómetros de tuberías, que tiene un rendimiento del 57,37 %, lo que representa que un 43 % del agua que recibe se pierde sin llegar a ser consumida. Si bien es cierto que el rendimiento técnico de la red ha mejorado de forma progresiva en los últimos años, el actual concejal de Servicios Públicos, Fernando Pascual, no duda en valorar como «intolerable» el volumen de agua que se pierde. «No se puede consentir que después de trece años de gestión -en una alusión directa a la empresa Aguas de Valencia, concesionaria del abastecimiento de agua en la ciudad- y doce años de gobierno del PP Alzira mantenga casi un 50 % de fugas», incidió el edil del PSPV.
Los datos relativos a la primera mitad de 2015 detallan que de los 3.842.298 metros cúbicos de agua que han entrado a la red pública -2,6 millones procedentes de los pozos propio y 1,1 del agua comprada que procede de la potabilizadora- sólo han llegado a los abonados 2.204.320, lo que se traduce en un nivel de rendimiento de la red del 57,37 %.
Cabe señalar que ese mismo parámetro era en el año 2009 del 48,55%, lo que representa que más de la mitad del agua potable que entraba en la red púbica se perdía sin llegar a su destino. Ese mismo año, según el informe de evolución histórica, la compañía concesionaria reparó 399 fugas en una red que contaba entonces con 136 kilómetros de tuberías.
El concejal de Servicios Públicos ha reclamado a la empresa un mapa de las fugas para establecer las prioridades de actuación de forma que se reparen primero las fugas en zonas con mayor densidad de población y mayor demanda de agua ya que, según dijo, «no tiene sentido arreglar una fuga en una calle en la que prácticamente no vive nadie» mientras hoy otras más urgentes.
Fernando Pascual admitió que cualquier red de suministro en cualquier municipio registra fugas, pero señaló que niveles por encima del 40 % resultan a todas luces excesivos. El edil incidió en que este nivel de fugas comporta que el ayuntamiento también tenga que solicitar un mayor caudal a la potabilizadora de la Garrofera.
Fernando Pascual lamentó que la comisión de seguimiento del contrato del agua potable únicamente se reuniera en los últimos cuatro años en dos ocasiones y señaló que el nuevo gobierno pretende que estas reuniones tenga carácter mensual para realizar un seguimiento más directo de la gestión del agua.
Cabe recordar que un 70 % del agua que se suministra actualmente en Alzira procede de los pozos que gestiona Aguas de Valencia en la Graella, mientras que el 30 % restante procede de la potabilizdora. La mezcla del agua permite bajar el nivel de nitratos. El nuevo gobierno solicitó una mayor dotación de la potabilizadora para que toda el agua que se suministre proceda de allí, pero obtuvo como respuesta que la canalización resulta insuficiente.
