Por primera vez en su historia Albalat de la Ribera elaborará un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para ordenar a través de este documento todas las áreas del término municipal y coordinar todas las acciones urbanísticas que se llevarán a cabo en el futuro. Esta localidad no ha aprobado nunca un plan general y hasta ahora sus actuaciones urbanísticas se habían ejecutado bajo el paraguas de una serie de normas subsidiarias, las últimas de las cuales se aprobaron en 1992 y ahora están «desfasadas», según señaló ayer el alcalde de Albalat, Felip Hernandis. La localidad lleva años reclamando a las diferentes Administraciones Públicas diferentes proyectos de suma importancia que están pendientes de ejecutar y se espera que este PGOU sirva para coordinar todas estas acciones.
El municipio lleva años solicitando la construcción de la circunvalación de la CV-515, la denominada ronda norte, para así sacar esta carretera del casco urbano. Es de suma importancia que se ejecute esta obra porque junto a la carretera se ubica el polideportivo y el IES Sucro, al que acuden cada día unos 600 estudiantes. La Confederación Hidrográfica del Xúquer (CHJ) también ha paralizado la construcción de un bosque de ribera junto al río y el plan de defensa contra inundaciones. Hernandis pretende coordinar todos estos proyectos, además del Patricova que ha aprobado el Consell recientemente.
Polígono paralizado
Respecto a la construcción de nuevas viviendas y zonas industriales, Hernandis reconoció que la crisis económica ha paralizado el sector de la construcción, pero con el nuevo PGOU se pretende establecer cuáles serán las futuras zonas residenciales de expansión del municipio. Respecto a los enclaves industriales, se ha paralizado la construcción de un nuevo polígono debido a la crisis. La diputación financiará parte de la redacción del PGOU. La administración provincial sacará a concurso la elaboración del proyecto y financiará el 40% del coste. El resto lo sufragará el consistorio. Se calcula que el plan urbanístico puede costar alrededor de 100.000 euros. Los trámites burocráticos y la posterior elaboración tardarán entre 3 y 4 años en finalizar y la intención es que esté terminado antes de 2019.
