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Proyecto

El Ayuntamiento de Cullera se convierte en agente urbanizador del Manhattan

La empresa pública que gestionaba el macroproyecto de la Bega-Port se disuelve al acumular años de déficit

El Ayuntamiento de Cullera se convierte en agente urbanizador del Manhattan

El estallido de la burbuja inmobiliaria sigue dando coletazos en Cullera. El gobierno local acaba de disolver la Empresa Municipal Urbanizadora de Cullera SA (Emucsa) al acumular varios años con las cuentas deficitarias.

Esta empresa pública era la urbanizadora del proyecto de desarrollo más importante generado en las últimas décadas en la capital turística de la Ribera Baixa, el PAI de la Bega-Port, conocido popularmente como el Manhattan de Cullera. Ahora el ayuntamiento pasa a gestionar directamente este macroplan urbanístico, según confirmó ayer el edil de Urbanismo, Juan Vicente Armengot. No obstante, la crisis del ladrillo mantiene paralizada esta iniciativa y, de momento, no hay visos de que vaya a reactivarse a corto plazo.

El Manhattan, convertido en una de las operaciones inmobiliarias más importantes de las últimas décadas en la Comunitat Valenciana, tenía previsto construir 33 torres de hasta 25 alturas y 2 hoteles de 40 pisos en un inmenso solar de más de 610.000 metros cuadrados situado junto a la desembocadura del Xúquer. Sólo el coste de urbanización se había cifrado en casi 92 millones de euros, pero las dificultades de aportar ese dinero por parte de los propietarios de los solares ha dado de momento al traste con ese sueño que muchos consideran faraónico.

El concejal de Urbanismo explicó ayer que la legislación vigente obliga a disolver una empresa con capital público cuando ésta ha sufrido más de dos años seguidos déficit. «O la disolvíamos por ley o nos la disolvía el Gobierno», precisó Armengot. El consejo de administración de la empresa, compuesto por parte de los integrantes de la junta de gobierno local, ya ha aprobado su disolución y ayer estaba previsto dar cuenta sobre este asunto en el pleno municipal.

Puro agente inmobiliario

Emucsa también gestionaba la venta de las parcelas municipales de la montaña de Cullera y ahora también será el consistorio el que se encargue directamente de este cometido. Aunque, la mayoría de estas parcelas se vendieron durante las décadas de 1970 y 1980 y actualmente sólo quedan dos parcelas urbanas por vender.

Las cuentas de esta empresa pública fueron acumulando déficit durante los últimos. De hecho, el anterior gobierno local del PP ya empezó a estudiar cómo disolverla. Y es que, con el proyecto del Manhattan paralizado y sin vender parcelas de la montaña debido a la crisis, esta empresa tenía muy pocos ingresos. Así, por ejemplo, el ascensor del castillo genera algún dinero, pero también reporta gastos.

No obstante, Armengot matizó que se disuelven los cargos directivos de Emucsa y ésta se disuelve como empresa mercantil, pero pasa a estar en un proceso de liquidación que puede prolongarse durante diversos años e, incluso, no se descarta reactivarla en un futuro. De hecho, el ayuntamiento está estudiando detenidamente cómo seguir el proceso de disolución. Los terrenos de la montaña han aumentado su valor de venta con los años y el Gobierno podría reclamar que se le pagara un porcentaje de esta diferencia. Un contratiempo que las arcas locales quieren evitar.

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