El I Campeonato de España Máster de Halterofilia celebrado en Gandia permitió que se viviese un momento histórico: la vuelta a la competición de la alcireña Mónica Carrió, una de las deportistas más prestigiosas de la Ribera. El Club Halterofilia Alzira contó con las actuaciones de Héctor Daniel Lapo (que levantó 70 kilos en arrancada y 100 en dos tiempos, sumando 170 en el total olímpico y quedando tercero en la categoría de extranjeros) y de Mónica Carrió Esteban, ex campeona del mundo júnior y novena en los Juegos Olímpicos de Sidney. La alcireña levanto 50 kilos en arrancada y 60 en dos tiempos, sumando 110 en el total olímpico y quedando primera en la categoría de W35 en su peso corporal.
«Si me dicen hace unos meses que volvería a competir, hubiera contestado un 'no , que va, estoy mayor'. Pero me tengo que tragar mis palabras. Gracias a una serie de circunstancias, he vuelto a sentir de nuevo la barra pegada en mis manos, el olor de la magnesia, volví a sentir el hierro frío y áspero clavado en mis manos», explicó Carrió, quien repasó su despedida en 2003: «Después de vivir casi 10 años en Madrid con el equipo nacional en la Residencia Joaquín Blume, en julio colgué mis botas, después de conseguir la medalla de oro en la modalidad de arrancada en el Campeonato de España de A Coruña, con una invitación del seleccionador para volver al equipo nacional y preparar el mundial, dije que no. Quería disfrutar del nacimiento de mi sobrino Luca y de los que vinieron después. Necesitaba practicar deportes al aire libre, corrí, nadé, escalé, monté en bici, trabajé, estudié, aprobé la oposición y nació mi hijo Nicolás».
