El granado parece ser originario de las costas del mar Caspio, llanuras de Irán y montañas del Kurdistán y Afganistán, donde crece silvestre. De allí, los fenicios extendieron el cultivo por las costas del Mediterráneo. La presencia del granado en las tierras valencianas es antigua. Cuando en el siglo pasado se comenzó a excavar en los poblados ibéricos de la Edeta, uno de los pocos árboles que encontraron pintados en la cerámica fue el granado. e. c. algemesí