A día de hoy se contabilizan en la C. Valenciana alrededor de 2.300 hectáreas dedicadas al granado. Exceptuando los huertos de Elx y la Vega Baixa, en el resto de comarcas prácticamente había dejado de cultivarse aunque en los últimos tiempos esta fruta está tomando impulso en la Ribera.
Este año, sin ir más lejos, la Cooperativa Agrícola de Algemesí (Copal) ha producido medio millón de kilos que han ido directamente a parar a los mercados europeos. Virginio Esteve, gerente de la cooperativa algemesinense, explica que la granada se ha presentado ante los agricultores como una alternativa viable a los cítricos y también como un paliativo a la burbuja del caqui.
«Wonderful»
En Algemesí el 90 % de las granadas cultivadas pertenecen a la variedad «Wonderful», mientras que el restante 10% corresponde a la variedad valenciana «Mollar», más dulce y de grano pequeño.
Entre las cualidades positivas de esta fruta de sabroso grano destaca que entra en producción rápidamente, un dato que gusta especialmente a quienes viven de la tierra, pues si todo va bien en apenas tres años pueden estar recogiendo beneficios.
Apunta Esteve que la Copal es probablemente la cooperativa de la C. Valenciana con mayor superficie plantada de granados, exceptuando Elx y la Vega Baixa por ser las mayores productoras.
Así, en los campos de Algemesí y alrededores se ha dedicado a esta fruta entorno a las 380 hanegadas y «en cada una habrá unos 50 árboles» según cuenta el gerente de la cooperativa de Algemesí, por lo que son 19.000 los arbustos plantados.
Principalmente la fruta se exporta hacia la Unión Europea, especialmente a Holanda aunque también Alemania, Suiza y Francia gustan de comprar granadas de la Ribera. Suelen consumirse como condimento en ensaladas y también para hacer zumos.
En fresco
De momento la venta de esta fruta en fresco, asegura Esteve, no está siendo tan fácil por la dificultad que supone a la hora de pelarla, «eso para un poco su venta, aunque sigue siendo una alternativas más a tener en cuenta», asevera este experto.
Dice Esteve que la facturación anual ha ido muy bien en esta campaña, que todavía no disponen de los números pero que «los agricultores quedarán contentos con el resultado», asegura. Sobretodo si miran por el retrovisor, pues «durante la cosecha del año pasado tuvimos problemas de pulgón y la calidad de la granada no fue la misma», recuerda.
Su cultivo no es especialmente complicado «aunque tiene sus cosas», cuenta el gerente, «sobre todo por el tema de la poda, el control del agua y el principal problema que es la presencia del hongo alternaria porque se mete en la fruta», argumenta.
Otro de los puntos negativos que el agricultor debe tener en cuenta antes de lanzarse a sembrar decenas de árboles en sus huertos es que «para que esta fruta salga rentable se deben hacer kilos de calidad, es decir, de primera y para exportar, porque si haces granada para la industria, de segunda, repercutirá en el bolsillo».
La campaña de recogida de granadas comenzó en la Ribera a finales de septiembre y acabó apenas hace unas semanas, a mitad de octubre. En mes y medio los productores la recolectaron toda y la trasportaron hasta los almacenes de la cooperativa de Algemesí donde, posteriormente, se guardó en las cámaras a la espera de ser procesadas y vendidas.
«Este año he felicitado personalmente a todos los socios, se lo merecen» admite Virgilio Esteve. De los 500.000 kilos recogidos durante la campaña 2015 más de 350.000 eran de primera calidad.
