Jesús Muñoz Carrasquer fue elegido el pasado viernes como nuevo decano del Ilustre Col·legi d'Advocats de Sueca. Muñoz se impuso por 67 votos frente a los 13'5 obtenidos de Sergio Gabaldón. Los sufragios emitidos por los letrados que no ejercen se contabilizan como medio punto.
El nuevo decano, de 50 años de edad y 23 de ejercicio profesional, sustituirá al actual, Joan Tamarit, el próximo mes de marzo. Tomará posesión del cargo tras la asamblea general extraordinaria en la que se oficializará su nombramiento, junto al de secretaria y tesorero, que seguirán ostentando Asunción Sanchis Carrasquer y José Eduardo Ramón Lledó, al no haberse presentado más candidatos.
Muñoz mostró su satisfacción a este periódico «porque estas elecciones han sido las de mayor participación, lo cual quiere decir que la gente está muy implicada porque ven que el colegio está funcionando bien gracias a la gestión que ha llevado a cabo estos últimos años Joan Tamarit».
Aunque su intención es la de llevar una línea continuista de trabajo mediante el cual ya se han ampliado los servicios que ofrecen a los colegiados pretende también »intentar una mejora de la imagen de los abogados y sobre todo que el colegio tenga más presencia y trabaje más con la sociedad civil», dijo. Para Muñoz es «muy importante» que el colectivo de letrados «se integre de manera más participativa, a pesar de que ya está dando un gran servicio en cuestiones como la justicia gratuita y el servicio de orientación jurídica».
Aseguró que van a seguir luchando en defensa de sus honorarios «tras los grandes recortes sufridos en los últimos tiempos», según afirmó. «Nos hemos visto muy perjudicados porque por una parte han aumentado de manera exponencial el número de casos que debemos atender a través del turno de oficio, y nos han reducido drásticamente las retribuciones», recordó el nuevo decano electo. Otro objetivo que se plantea es el de descentralizar el servicio de orientación jurídica a través de los otros dos grandes municipios del partido judicial, Cullera y Tavernes de la Valldigna, negociando con ambos ayuntamientos. Por último también se plantea la creación de la figura del defensor del letrado, «porque a veces nos vemos desprotegidos ante quejas de funcionarios o de los propios clientes, y de esa manera dignificar el respeto hacia nuestra profesión», concluyó.
