El monasterio de Santa María de la Valldigna acoge el último homenaje de la sociedad local al algemesinense Paco Teodoro, consistente en la apertura al público de una exposición «in memoriam» de algunas de las mejores fotografías captadas por Teodoro con su cámara en ese mismo conjunto monumental y, en última instancia, una forma de ver el antiguo cenobio a través de su mirada.

La exposición está compuesta por unas 50 fotografías, elegidas por sus hijos de entre su enorme archivo fotográfico del monasterio. Un archivo que contempla más de treinta años de reconstrucción y excavaciones en este conjunto monumental. El monasterio era su auténtica debilidad desde que comenzaron los trabajos de recuperación, por lo que dedicó muchas horas a plasmar día a día los descubrimientos y progresos que se hacían.

Por este motivo, la Fundación Jaume II el Just ha decidido reconocer este trabajo cuando se acaba de cumplir un año del fallecimiento del fotógrafo, exponiendo en el refectorio del convento y durante el presente mes de diciembre parte de su obra.

El algemesinense Paco Teodoro, que tras su repentina muerte fue nombrado hijo adoptivo de Tavernes, también recibió hace unos meses el premio Amics de la Valldigna, un galardón concedido por la Mancomunitat de Municipis de la Valldigna.

Recopilación gráfica

La Fundación Jaume II el Just ha organizado ahora esta exposición de una parte de su obra, mínima, que se podrá contemplar durante este mes en el propio monasterio a la vez que la ha plasmado en un libro gráfico sobre el antiguo cenobio.

El acto de inauguración de la muestra celebrado el pasado 27 de noviembre contó con la presencia del secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, y de la administradora de la Fundación Jaume II el Just, Anabel Trujillo Ivars. También asistió una representación del Ayuntamiento de Tavernes encabezada por el actual alcalde, Jordi Juan Huguet, y la concejal de Cultura, Pilar Altur,

Albert Girona, en representación del conseller de Cultura, leyó unas palabras escritas por el propio conseller, Vicent Marzà, en las que enaltecía la obra de los artistas y, en particular, la del algemesinense Paco Teodoro por su aportación gráfica a la historia del monasterio de Santa María de la Valldigna.