Las cifras asustan. El servicio de recogida y control de animales abandonados de la Mancomunitat de la Ribera Alta ha recuperado en lo que se lleva de año casi quinientos perros. Los registros oficiales con los que trabaja el ente supramunicipal se cerraron en el mes de octubre, por lo que la media se sitúa alrededor de los 48 canes abandonados cada mes, siendo rescatados por Gossos d'Alpe, la empresa adjudicataria del servicio. Un escándalo. Es por ello que se han iniciado dos campañas, una de concienciación que lleva por nombre «No al abandono, no al maltrato. Un animal no es un juguete, un animal es una vida» y otra de esterilización para evitar que se abandonen cachorros. La mayor parte de los canes han sido recuperados dentro del plazo estipulado y el resto se han dado en acogida o en adopción. Las adopciones de cachorros y camadas, víctimas evidentes de abandono, han sido gestionadas directamente por las protectoras que colaboran con la empresa adjudicataria.

El departamento de Medio ambiente de la Mancomunitat de la Ribera Alta ha convocado a los alcaldes y técnicos medioambientales de la comarca a una reunión técnica para abordar la normativa de Protección Animal y el servicio que, en cumplimiento del marco legal, presta la institución a través de la subcontrata Gossos d'Alpe. La acción informativa, que empezará a las 9:45 horas el lunes, será impartida por técnicos de la conselleria de Agricultura en la Casa de la Cultura de Sollana y concluirá con una visita a la perrera de la empresa adjudicataria del servicio, en la misma localidad. Además, las responsables municipales recibirán información actualizada sobre el funcionamiento cotidiano del servicio, al que hay adheridos 27 municipios de la comarca, ya que Alfarp, l'Ènova, Carcaixent, Llombai, Manuel y Massalavés gestionan el tratamiento de los animales abandonados a través de Gossos d'Alpe independientemente de la Mancomunitat.