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Un preciado manjar que ya no da para vivir

El precio de las angulas que se pescan en la Ribera ha descendido en los últimos años y apenas se capturan ejemplares - El kilo oscila hoy entre los 150 y los 300 euros - Los pescadores atribuyen el descenso de las piezas a la presencia de embarcaciones y a la quema de la paja del arroz

Un preciado manjar que ya no da para vivir

Las angulas son uno de los manjares más típicos de la Navidad, del mismo modo que también son habituales los reportajes sobre su elevado preciado. Aunque en alguna zona de España estos alevines han llegado a alcanzar los 3.000 euros el kilo, en el Perelló y el Mareny se venden a unos precios que oscilan entre los 150 y los 300 euros, unas cifras similares a las de muchas otras zonas del país.

Los pescadores cuentan que, como apenas se pescan ejemplares, con los precios actuales no sale rentable practicar este tipo de pesca. Por ejemplo, el año pasado cada angulero del Perelló capturó una media de 3,5 kilogramos. «Se pesca por afición y por tradición familiar, porque si vienes a contar los gastos en gasolina, hay veces que pierdes dinero», cuenta Miquel Ferrer, pescador del Mareny. La situación ya no es como hace años, cuando se capturaban más kilos y el precio de venta era más elevado. El escaso o a veces nulo beneficio ha hecho disminuir el número de pescadores.

Reducción de la temporada

Las angulas se pescan por la noche en las zonas de confluencia del agua salada del mar con el agua dulce. Los puntos de pesca en la comarca son la Gola de El Perelló, la Gola del Rei y la de Xeraco en el Mareny y la Gola del Faro en Cullera. La Generalitat Valenciana ha recortado la temporada de pesca y este año se desarrollará entre el 1 de diciembre y el 31 de marzo y sólo se podrá pescar tres noches por semana.

A pesar de que la Generalitat no tiene catalogada la angula como especie en peligro de extinción, sí que adopta medidas reguladoras para preservarla, ya que según el Consejo Internacional para la población del Mar (CIEM), «la población está fuera de los límites biológicos de seguridad y la pesca no se ejerce de forma sostenible».

Pero los pescadores de la Ribera Baixa piden que se modifique el período para poder trabajar los meses de octubre y noviembre. Durante estos primeros meses, que es cuando más rentable sale la pesca porque se está a las puertas de la Navidad, apenas se pescan angulas, por eso piden que se adelante la temporada. En la costa de la Ribera las capturas aumentan en enero, pero «después de Navidad bajan los precios a la mitad», cuenta Ferrer, quien prevé que esta temporada no será mucho mejor que la anterior.

Diversas dificultades

Los anguleros del Perelló afirman que la presencia de embarcaciones en el puerto deportivo y la prohibición de quemar la paja del arroz han disminuido la calidad del agua y por eso hay menos angulas. Desde el Mareny, en cambio, consideran que hay otros factores como la presencia de la luna llena, que hace bajar las capturas.

Además, los pescadores de esta zona han denunciado a la Guardia Civil la presencia de anguleros furtivos. Además, también se produce el robo de los «mornells», las redes que se utilizan para capturar la angula. Ferrer recuerda que «en la época de nuestros padres podías dejar el 'mornell' toda la noche, pero hoy te lo roban y tienes que quedarte vigilando».

Pesca nocturna

Las angulas se capturan con un aparejo denominado «mornell», una red que sirve para capturar pescado en aguas tranquilas. Tiene forma de cilindro, así atrae a las angulas hacia su interior y, una vez dentro, ya no pueden salir. La pesca se lleva a cabo por la noche, desde la puesta hasta la salida del sol y tres noches por semana. Los pescadores cuentan que las condiciones son muy duras porque se pasa frío y trabajan toda la noche.

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