Compromís podrá comenzar el próximo año el nuevo retén de la Policía Local de Alzira si finalmente llega la subvención pactada con la Diputación de Valencia, aunque el proyecto deberá pasar antes el filtro de la mesa de negociación con los sindicatos policiales, que puede revisar incluso el emplazamiento. Es el acuerdo que ayer alcanzaron los tres integrantes del tripartito (Compromís, PSOE y EU) parar superar las tensiones internas que ha generado este proyecto, sin vencedores ni vencidos. Los nacionalistas llevaron la semana pasada a la junta de gobierno una propuesta para construir el retén en unos terrenos ubicados junto a la venida Padre Pompilio, en el Baix Torrejó, y pretendían destinar la partida de 100.000 euros prevista en el presupuesto municipal de 2015 para iniciar el movimiento de tierras, aunque se toparon con la negativa de sus socios de gobierno que no consideraban prioritaria esta inversión.
El equipo de gobierno emitió ayer un comunicado conjunto en el que detalla que se había llegado al acuerdo de incorporar al presupuesto de 2016 la cantidad de 200.000 euros apalabrada con la diputación para iniciar las obras -una parte de los 100.000 ? del presupuesto municipal se utilizará para pagar gastos del proyecto, aunque el grueso pasa a caja- e iniciar seguidamente la negociación del proyecto de construcción del retén en la mesa con los sindicatos.
El gobierno local admite la existencia de discrepancias a cuenta de este proyecto, aunque remarca que «hablando se entiende la gente». «Por tanto, con diálogo y consenso, siempre se puede llegar a acuerdos que son beneficiosos para los servicios públicos de Alzira y para toda la ciudadanía», señala.
Las tensiones en el gobierno municipal trascendieron después de que los sindicatos reclamaran una reunión con el tripartito para conocer la situación del proyecto del retén y, en ausencia de PSOE y EU, que no participaron, Compromís presentó su propuesta de construir el retén en el Baix Torrejó, para lo que había negociado la ayuda de la diputación con la que complementaría la partida municipal para arrancar las obras de un proyecto estimado en un millón de euros.
Los nacionalistas defendían que buscarían financiación progresivamente para completar las obras sin tener que recurrir a fondos municipales, aunque PSOE y EU señalaron que esa inversión no era prioritaria y abogaban por rehabilitar edificios de propiedad municipal. Los sindicatos habían anunciado movilizaciones ante la nueva demora en la construcción del retén. El retén podrá comenzar si llega la ayuda de la diputación, aunque sin la aportación municipal.
