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imprescindibles

Se adjudica a Bertolt Brecht la frase que afirma que: «Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles». Alrededor de estas aseveraciones hay miles de mitos y en ocasiones incluso se adjudican a dos personajes históricos diferentes. Sin embargo, quedémonos con el contenido de la frase, que me lleva a pensar sobre los «imprescindibles» del deporte ribereño. Y es que «haberlos, haylos». Pienso en la alcireña Estefanía Juan, quien cogió el testigo de los miembros de la familia Carrió para situarse como un referente de la halterofilia mundial y sentar cátedra en su familia, en la que con el tiempo se ha creado Alba Sánchez, el futuro del mundo del levantamiento. Se convierten en imprescindibles por su constancia, por esas horas de más en los entrenamientos cuando nadie les ve y sólo ellos se exigen, por la capacidad de superación cuando ya lo han conseguido todo.

Recuerdo también a Fèlix Lahoz, jugador de baloncesto del NB Alzira que ha decidido finalmente retirarse tras una vida dedicada a su entidad. Mucho ha cambiado el club desde que él entró y mucho tiene que ver su fidelidad a los colores. También en la capital ribereña está Manolo Reig, entrenador de kick boxing durante décadas, con cientos de luchadores entre sus pupilos. También Leo Adrià en karate, Julio González en piragüismo, Tomás Pardo en rugby, Miquel Alandete en ciclismo, José Calero en motociclismo, los hermanos Marín, José Sanvenancio «Eusebio» o Eduardo López-Pintor en pilota valenciana... Son ejemplos que, obviamente, olvidan a muchos otros y otras. Deportistas que se han situado como referentes y que han provocado que muchos jóvenes les sigan, les admiren e intenten igualar sus proezas, tantas veces bajo sus directrices. Simplemente, son imprescindibles en la Ribera.

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