Normalmente existe un acuerdo tácito para ofrecer tres meses de gracia a los nuevos gobiernos con el objetivo de que se asienten en los nuevos cargos y puedan empezar a funcionar con normalidad. En Turís, sin embargo, el alcalde, Ismael Corell, ha durado poco más en el cargo. Y no como consecuencia de ninguna maniobra para forzar su salida. El antiguo miembro de Ciudadanos consiguió una exigua representación en las elecciones de mayo pero los votos le permitieron situarse como pieza clave en el reparto de sillones. Tuvo pocos votos pero logró mucho poder.
La consecuencia fue un acuerdo con el PSOE y Compromís para desalojar al PP del ayuntamiento. Las cláusulas establecían que Corell se haría cargo de la alcaldía durante los primeros seis meses de la legislatura, que acabaron ayer. Si se tiene en cuenta que en medio de su periodo con el bastón de mano tuvieron lugar el verano (y el consecuente parón institucional) y las fiestas navideñas y de año nuevo, la efectividad del gobierno turisano de Corell ha sido realmente limitada. Corell aprovechó el pleno de ayer para dar las gracias a sus familiares y vecinos por el apoyo durante su mandato y valoró la oposición ejercida por el PP. Además, deseó suerte al que será el nuevo alcalde, Eugeni Fortaña.
La llegada de Corell a la alcaldía levantó una buena humareda. El concejal electo de Ciudadanos se encontró de frente con su partido cuando anunció el pacto con los socialistas y los valencianistas de Compromís. La Comisión Nacional de Garantías consideró que había «utilizado al partido para sus intereses personales», por lo que procedió en tres días a su expulsión. Corell, que aseguró que desconocía cualquier resolución, anunció su intención de recurrir la sanción.
El alcalde llegó a comentar que no consideraba a Compromís un partido nacionalista y que él había cerrado un acuerdo con el PSOE, que era el grupo mayoritario que permitía configurar una mayoría alternativa al PP. Los socialistas cuentan con cinco concejales, por uno de Compromís, mientras que el PP tiene otros seis escaños. Un portavoz de Ciudadanos recordó que las directrices del partido iban encaminadas a que los ediles no participaran en gobiernos que no lideraran y señalaron que Corell no había comunicado su acuerdo con PSOE y Compromís.
La alternancia de Turís es la primera en la Ribera. Otras localidades como Antella o Catadau cambiarán sus alcaldías en el año 2017, en el ecuador de la legislatura.
