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El cierre de una empresa de congelados de l'Alcúdia deja a 20 trabajadores en la calle

Empleados, sindicatos y políticos se concentran a las puertas de la factoría de Iberfresco, la antigua Chover, para exigir unos despidos dignos

La veintena de trabajadores que conforman la plantilla de Iberfresco, SA, de l'Alcúdia -la antigua Congelados Chover- recibieron como un jarro de agua fría en pleno mes de diciembre la decisión de la empresa de despedir a la totalidad de los empleados de la factoría ribereña. Ayer, sobre las 10,30 horas, se concentraron a las puertas de la factoría para exigir un despido digno.

En Olmedo, municipio vallisoletano donde se ubica la planta hermana, han conseguido reducir los despidos a un total 18 personas, pero en el caso de l'Alcúdia la única opción sobre la mesa pasaba por el cierre de las instalaciones.

Fábrica pionera en España

En este centro, uno de los más antiguos de toda España especializado en el sector de los vegetales congelados, «han trabajado hasta la fecha personas que ahora tienen entre 55 y 60 años, es decir, que son muy jóvenes para jubilarse pero mayores para encontrar otro empleo», explicó Robert Barberà, representante de la federación agroalimentaria de UGT en la Ribera, quien señaló como motivo de la concentración que «la patronal no está por la labor de mejorar las indemnizaciones de los trabajadores afectados».

En ese contexto, ayer, al menos treinta personas -entre empleados, representantes sindicales y políticos- participaron en el corte de tráfico simbólico que efectuaron en la entrada de la planta de Iberfresco, SA, para exigir una indemnización justa ante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para la extinción de los contratos con el que no estaán de acuerdo.

Juan Carlos Burló, informático de la factoría, aclaró que «nos quieren pagar únicamente el tope de 12 mensualidades, que es lo que marca la reforma laboral. En cuanto que aquí la mayoría de trabajadores cuenta con 20 y 30 años de antigüedad», agregó. Amalia Miquel es una de ellas.

Ella trabaja en la empresa de ultracongelados desde 1979, exactamente 36 años: «Con la edad que tenemos y toda la vida aquí. Si no hay trabajo para la gente joven, ¿qué trabajo va a haber para nosotros? Pedimos al menos un despido digno y justicia», sentenció la empleada de l'Alcúdia.

«Que se eliminen los topes»

Barberà insiste en que no ven intención de mejorar las indemnizaciones por parte de la patronal con respecto a la situación de los trabajadores de l'Alcúdia. «La posición de la empresa es cerrada, pero nuestra intención es luchar porque se eliminen los topes».

Desde UGT reivindican que el cierre de Iberfresco es improcedente y que los trabajadores no tienen la culpa de la situación de la empresa. «La justificación que han dado es que producir en l'Alcúdia un paquete de congelados tiene un coste de 2 a 3 céntimos más caro que en Olmedo».

También quisieron manifestar su apoyo varios representantes políticos. Entre ellos el alcalde de la localidad, Andreu Salom, quien dijo que el ayuntamiento estaba al lado de los trabajadores y de las familias afectadas y que señaló las tristes consecuencias de una reforma laboral injusta.

Salom contó que se habían reunido con representantes de la empresa, sindicales y de los trabajadores y que se pusieron sobre la mesa varias posibilidades como «dar viabilidad a la planta o buscar alternativas y en última instancia si los despidos eran inevitables que el tope de 12 meses se eliminara para que la gene cobrara lo que le pertoca». Paco Signes, subsecretario en la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración adelantó a Levante-EMV la celebración de una reunión con Cristina Moreno, directora general de empleo, el viernes.

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