Una vivienda de madera ubicada en la pedanía del Brosquil de Cullera se incendió ayer alrededor de la una del mediodía. Se trata de una zona del término municipal en la que además de casetas de verano se encuentran campos de cítricos y otros terrenos abandonados.

Los primeros indicios apuntados por la brigada de bomberos del parque de Gandia que acudió a sofocar las llamas indican que el fuego se inició tras encender en un campo colindante a la casa un quemador con rastrojos. El fuerte viento de poniente propagó el fuego, que alcanzó rápidamente la vivienda alertando a los propietarios que pudieron salir por su propio pie.

El intenso aire provocó que el incendio se propagara a otros terrenos abandonados y cubiertos de maleza, que avivaba las llamas, por lo que la superficie quemada es considerable ya que se extiende a unos 7.500 metros cuadrados.

Once agentes de las brigadas del Consorcio Provincial de Bomberos de los parques de Gandia, Cullera y Castelló de Rugat trabajaron en la extinción del incendio hasta el anochecer.

Sín víctimas

El sargento de la brigada de Gandia, Vicent Coscollà, explicó a Levante-EMV que «los accesos a la zona habían dificultado parte del trabajo, ya que los vehículos de emergencia tenían dificultad para llegar a algunos caminos rurales afectados por el fuego». Coscollà también afirmó que el Ayuntamiento de Cullera debería obligar a los propietarios de los terrenos de cultivos abandonados en la zona a limpiarlos y adecentarlos para evitar que el fuego se propague con tanta velocidad en caso de que se declare un incendio.

En el lugar de los hechos se personaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Cullera, así como voluntarios de Protección Civil, que trabajaron conjuntamente en la extinción de este incendio que afortunamente no causó ninguna víctima.