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Los expertos atribuyen al atípico clima la mortandad de tórtolas en Carcaixent

Los análisis no detectan sustancias tóxicas en las aves recogidas en el parque en diciembre

Los expertos atribuyen al atípico clima la mortandad de tórtolas en Carcaixent

El compromiso internacional para controlar el clima firmado en París ha constatado una vez más que el cambio climático no es ninguna verborrea mental de científicos alocados. Muchas son las demostraciones de que el ser humano está afectando gravemente al planeta, provocando subidas de temperaturas que en la comarca han propiciado en los últimos años fuertes trombas de pedrisco en verano o altas temperaturas en navidades como la actual. A mediados de diciembre, varios vecinos de Carcaixent encontraron en las inmediaciones del parque Navarro Darás numerosas tórtolas muertas. Este fenómeno despertó gran curiosidad, sobre todo por la falta de razones a simple vista para explicar el fallecimiento masivo.

Sin embargo, realizadas las pesquisas oportunas desde la concejalía de Medio Ambiente del ayuntamiento que comanda Paco Salom, han determinado que las aves murieron debido a causas naturales. «La climatología ha sido, en principio, la causante directa del fallecimiento de las tórtolas turcas», explica la edil responsable del área, Paula Lozano. Los análisis de los cuerpos inertes de las aves se efectuaron en el Centro de Recuperación de la Fauna del Saler. Explica Lozano que, tras las pertinentes investigaciones, los técnicos no detectaron restos de veneno ni otras sustancias tóxicas en los animales.

No obstante, informa la concejal, los servicios de limpieza del municipio están advertidos y, si se da el caso y vuelven a parecer cadáveres de tórtola en cualquier punto del municipio, se dará parte a la concejalía y se tomarán las medidas oportunas. Entre las que no se descarta efectuar más análisis en otros centros especializados. «Estamos encima del tema», asevera Lozano.

Durante el pasado mes de diciembre entraron por registro de entrada dos denuncias ciudadanas informando del hallazgo de las aves en el área del parque Navarro Darás de Carcaixent. El boca a boca y las redes sociales contribuyeron a hacer saltar las alarmas entre el vecindario que llegó a temer por la salud de sus animales domésticos.

Es más, varios vecinos de Carcaixent habían encontrado dos y tres cadáveres en días distintos esparcidos junto a la fuente y también en contenedores. Se trataba de tórtolas turcas, una especie de la familia de las palomas procedentes de Eurasia.

Desde entonces, comenta Lozano, no ha entrado por el registro de entrada del ayuntamiento ninguna queja al respecto, por lo que se deduce que de momento no ha habido más muertes. Eso sí, con las elevadas temperaturas que están bañando la Riberas las últimas semanas podría ser que fenómenos similares se repitieran.

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