Lol abandono de terrenos en distintas zonas del término municipal de Cullera y, en concreto, en los PAI que no han llegado a desarrollarse en la localidad, está disparando el riesgo de incendio. Tal y como ocurrió el pasado miércoles en la pedanía del Brosquil, donde además de arder varios campos cubiertos de maleza se quemó una vivienda de madera habitada, ocasionando daños mayores.
El PAI que hace unos años aprobó el consistorio en ésta y también en otras zonas de Cullera animó a de los propietarios a vender sus tierras a grandes empresas de la construcción que vieron un gran negocio la edificación de estos espacios urbanos, emplazamientos que pensaban convertir en ingentes áreas de apartamentos residenciales.
Pero la crisis del sector sobrevino y el estallido de la burbuja inmobiliaria paralizó numerosos proyectos de nuevas áreas residenciales. Entre las consecuencias directas está que buena parte de las empresas que habían apostado por esa línea de negocio no pudieron hacer frente a la situación, dejando las parcelas completamente abandonadas.
Es habitual en Cullera encontrar terrenos en ese estado junto con otros donde sí se cosechan cultivos. De hecho el ayuntamiento de la localidad ha recordado en distintas ocasiones a los propietarios de las tierras la obligatoriedad de adecentarlas para evitar problemas de salubridad o incendios.
Sin ir más lejos, la vivienda de madera emplazada en la pedanía de el Brosquil se prendió fuego, según los primeros indicios, tras encender en un campo colindante a la casa un quemador de rastrojos.
Advertencia consistorial
«Desde la concejalía de Agricultura», afirma el edil Marc Joan Corihuela, «hemos empezado a trabajar en este sentido recordando a los propietarios tal y como se especifica en las ordenanzas del Medio Rural, la obligación de mantener limpias las tierras y los accesos».
El edil del área cullerense aseguró que durante los gobiernos del Partido Popular el campo había estado totalmente abandonado y que «la voluntad de este nuevo equipo de gobierno es recuperar los terrenos de cultivo abandonados y crear un banco de tierras, con el objetivo de fomentar al mismo tiempo la creación de puestos de trabajo y también de impulsar la agricultura como una de las posibles salida económicas a la crisis en la que estamos inmersos», sentencia el concejal de agricultura.
